1. Cómo comense a ayudar a mi cuñada III (el masaje)


    Fecha: 23/06/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Erick, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... minutos le dije bueno ahora te apicare el aceite  pero creo que es mejor que te levantes la blusa sobre la cabeza para que no se manche.
    
    _ es verdad no había pensado en eso…
    
    -	No te preocupes así como estas solo levántala ponla sobre tu cabeza. Lo hizo sin cuestionar.
    
    _ coloque un poco sobre de aceite sobre los hombros seguí con el masaje suave y espere otros minutos mientras me aseguraba de que la sensación fuera de su agrado ¿te gusta nena? ¿Más fuerte o despacio? Me aseguraba de no mirarle con perversión o lujuria para que se sintiera segura y cómoda (aunque era excitante preferí contenerme y ver hasta dónde podía llegar)
    Pasados otros pocos minutos comencé a bajar por la espalda, oye nena te voy a sobar la espalda pero el bra se manchara si de paso mi mano sobre el ¿hay problema si te lo desabrocho?
    
    _No, mira (desabrocho el bra dejando su espalda al descubierto, fue perfecto)
    
    -	 Seguí sobando su espalda, hombros, cuello, brazos y los costados del pecho.
    
    mientras los masajeaba me las ingenie para quitarle la blusa y el bra por completo obvio no tuvo problema pues se encontraba acostada boca abajo, posteriormente comencé a sobar los pies y seguí con las pantorrillas. En ese lugar me detuve pues el pretexto fue que por lo ajustado del pantalón no podía seguir sobándola pues no me lo permitía.
    -	Mira nana ya no puedo subir para tu pantorrilla no me deja al pantalón yo creo que así ( ni de loco quería que parara aún faltaba más)
    
    _ si, así está ...
    ... bien.
    
    -	O si gustas pues quita el pantalón mira acá te dejo una toalla para que te cubras ¿Cómo ves?
    
    _ oye que buena idea.
    
    Salí un momento de la habitación para que viera que era respetuoso, me avisas cuando ya pueda entrar nena.
    
    _ listo ya puedes pasar 
    
    Entre y seguí sobando su pantorrillas de un momento a  otro ya estaba sobre esas largas y torneadas piernas frotándolas con devoción, pero yo no pararía ahí quería acercarme de una vez por todas lo más que pudiera, fue entonces cuando le comencé a tocar la parte baja de las nalgas.
    
    _ ¡oye! ¿Qué haces? ¿Es necesario que me toques ahí? No ¿verdad?
    
    -¡tranquila!  No es como que te quiera manosear, ya ni cuando te estabas ahogando con mí palo reclamaste algo jajaja pero bueno si no quieres que siga solo dilo, y no espantes. (Mi típica salida para una situación tensa siempre ha sido la misma hacer algún chite y pedir disculpa)
    
    _ ya payaso una cosa nada tiene que ver con  la otra ¿ haber opor que me quieres tocar las nalgas?
    
    -	Momento señorita no es que yo te quiera tocar las pocas nalgas que dios te dios ( mentira eran unas perfectas y redondas nalgas de una jovencita de 18 años, obvio no se lo diría) solo es que como pasas mucho tiempo sentada ¿apuesto a que te terminan doliendo?
    -	
    _ bueno, si.
    
    -	Además si piensas que te estoy sabroseando mejor ahí le paramos 
    -	
    _  ¡yaaa! sigue solo fue una pregunta, que sentido.
    
    Jajajaja reí mientras le seguía masajeando las piernas y apretujando las nalgas, después ...