Cómo comense a ayudar a mi cuñada III (el masaje) - Relatos Eróticos

Cómo comense a ayudar a mi cuñada III (el masaje)

... de su aprobación comencé a meterle mano con más descaro, dándole mayor atención a las nalgas apretándolas suave y de repente con fuerza separándolas con movimientos circulares muy despacio presionando hasta sentir los huesos (yo siempre me he vendido ante las mujeres que me gustan como un tipo buena onda, gracioso, alegre, fiestero y sobretodo de confianza trato de no verlas con deseo antes de tiempo. ya que son mis principales atributos, pues como ya se los mencione mi físico no es el mejor por lo tanto siempre he pensado que para compensarlo  he de ser complaciente y saber muchas cosas para poder acercarme a las mujeres que me gustan) mientras le masajeaba el trasero decidí con algunos movimientos disimuladamente tirar la toalla a lo que ella no dijo nada. Ya con todo el cuerpo desnudo al descubierto mis manos subían y bajaban con mis manos estrujándola por todos lados le separaba las nalgas dejando al descubierto sus labios y el ano lo cual estaba haciendo muy excitante.

-	De repente con toda naturalidad le dije listo ahora date la vuelta (con esa naturalidad que implica confianza) Con la misma naturalidad ella se dio la vuelta dejando al descubierto esa panochita con poco bello que apenas hace algunos días  había tenido oportunidad de apreciar, comen el  “masaje” por los pies subiendo de poco a poco hasta llegar a su triangulo y la cintura, sin hacer ...

... movimientos brusco su de la misma forma hasta su cuello bordeando los senos, los cuales comencé a acariciar con pequeños roces  para este momento Sof estaba muy complacida con su “masaje” no decía nada solo disfrutaba de mis manos deslizándose por esa piel morena que con el aceite y la entrada del sol por la ventana brillada de tal manera que invitaba a ser tomada y poseída sin ninguna contemplación.

Como último movimiento con giros truculentos deje que callera la toalla que cubría esos pequeños pechos, esas mamas en desarrollo que con un pequeño peso y unas aureolas un poco más oscuras pendían ser mamadas mordidas y apretadas. Mi pantalón estaba por reventar pero como siempre lo he dicho paciencia mis lectores la paciencia es una virtud…
Para mi por ahora había sido suficiente, si habría de tomar esa flor es algo que me gustaría disfrutar con calma si prisas y que ella se entregara no solo por el arrebato de esa ocasión sino algo que fuera continuo.

¡Por cierto! En mi primer relato hubo una lectora que comento que era excitante tener a alguien que le enseñara cosas sobre sexo, sería bueno que nuestras amigas lectoras nos dieran su punto de vista femenino ¿porque creen que mi cuñada actúa así? como si no pasara nada y después se deja toquetear sin miramientos. Comenten por favor o envíen sus comentarios a      aldos302910@gmail.com  me gustaría leerlas ¡gracias!