El Descarado parte 8 - Relatos Eróticos

El Descarado parte 8

... mudo y podía ver como las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, ahí supe que habia dado en el blanco, aquel hombre tan macho, tan brutal, derramaba lágrimas de dolor, el ya no dijo nada y solo se quedó en su lugar pensativo y triste, sabía cómo mi suegro habia interpretado los hechos, mi novio habia ido feliz y muy contento a felicitar a su padre, pero vaya sorpresa lo encontró en una situación comprometedora con su sobrino, asi que su pobre hijo se fue y como iba uy distraído por lo que acababa de ver ¡¡¡pam!!! Cayo de las escaleras quedando muy herido y casi sin respiración, y solo habia un culpable, él y si mi chico no sobrevive la culpa lo matara a él por preferir a un puto que a su propio hijo, por abandonarlo, se culpara siempre por no pedirle perdon, pensara en todas las noches en donde mi pobre novio extrañaba a su padre y solo en su cuarto pensaba en él.

Mi jugada habia sido perfecta aunque tuve un momento de arrepentimiento, pero no dejaría que eso se arruinara, mientras más pasaba el tiempo, veía más arrepentimiento y preocupación en mi suegro, una hora más tarde una enfermera se acercó, pregunto por los familiares, nos levantamos y nos dijieron que mi chico ya estaba estable, que debido a la caída habia tenido una hemorragia interna, os tardamos minutos despues y no la cuenta, tambien habia tenido un brazo y una pierna rotos y algunas costillas, habia tenido que operar su pierna y aplicar una placa y clavo para que pudiera caminar de nuevo. Mi suegro ...

... pregunto si podía pasar a verlo, lo dirigieron a la habitación y yo los seguí, pero no me dejaron pasar asi que tuve que esperar afuera, me pegue a la puerta y ahí escuche a mi suegro llorar, me asome por un orificio y ahí estaba el hincado frente a la camilla de su hijo que estaba conectado a varios tubos y completamente fuera de sí, le tomo la mano llorando comenzó a decirle.

—Mi niño, perdóname —sollozo. —perdóname, No fue esa mi intención Haberle causado tanto daño a tu corazón —llora desconsoladamente. —por haberte lastimado sin querer, por mi estúpida locura, perdóname. 

Sentí lastima por aquel hombre, pero no podía hacer nada más que escucharlo lamentarse por todos sus errores.

—Cuando naciste —hace una pausa —prometí quererte para siempre... —suelta un leve llanto antes de continuar. —y te falle, te perdí por unas caricias falsas, yo te alejé de mí, te fallé y me fui, te hice mal cuando tu solo querías de mi cariño, te obligue a hacer cosas impensables solo porque querías mi atención de nuevo, perdóname, mi niño, mi bebe —llora aun con más intensidad.

Vaya se escuchaba bastante arrepentido, pero ese era el precio que tenía que pagar, el arrepentimiento, y aunque mi novio llegara a perdonarlo no bastaría, porque siempre cargaría con ese peso encima. Me levante y volví a la sala de espera, derrepente recordé que seguía siendo el dia del padre, tan metido quede por impresionar a uno que no recordé a mi propio padre, a mi progenitor, fui hacia un teléfono público, ...