Chantaje y placer IV - Relatos Eróticos

Chantaje y placer IV

Cuando me desperté por la mañana, ella aun estaba a mi lado, en silencio, pero con los ojos muy abiertos, Yo realmente me levante cansado, estaba reventado, pero como todos cuando nos despertamos, estaba empalmado, así que sin avisar ni nada, me subí en lo alto y empecé a follarmerla, pero la muy puta aun estaba muy mojada, la mire y solo le dije que era una puta, y que me gustaba que estuviese así para mi, ella solo se limito a sonreír, y a decir que no lo podía evitar que desde que se despertó nada mas de pensar en todo lo que ocurrió anoche había tenido un orgasmo.

Yo mientras me la follaba, no hacia nada más que recordarle cual iba a ser a partir de ahora sus obligaciones, y le abofeteaba la cara, cosa que aun le encendía más.

Cuando fui iba a correrme se la saque, la puse de rodillas y se la metí en la boca y le dije que se tragara mis dos corridas, ella al principio no entendió, pero cuando recibió primero mi leche y después mis meados sin que entendió, pero a pesar de las arcadas no escupió ninguna gota.

Sin darle tiempo a nada, le dije que se vistiese y que se fuese así a su casa, que no se le ocurriese limpiarse hasta llegar a su casa., me miro con cara rara, pero no dijo nada, se levanto, se vistió, y se dispuso a irse, no si antes preguntar que, que iba a pasar ahora.

Me limite a recordarle que a las dos debería de estar en el trabajo de su cuñada, y que allí recibiría instrucciones, por mí, en persona o la llamaría, pero que tenia que limitarse a ...

... obedecer estuviese yo o no.

Yo me limite a meterme en la ducha y volver a tumbarme a descansar, y la verdad también en pensar que iba a hacer con Ana y Yolanda, porque con Lorena, lo tenia muy claro, la iba a convertir en mi esclava, y si todo salía como esperaba no la volvería a ver hasta la semana siguiente, pues si algo tiene Toñi, es que es muy buena educadora de perras sumisas, más inclinadas a ser esclavas y servir, que a disfrutar siendo follada y usada.

Y pensando en que hacer me quede dormido, no despertándome hasta las una de la tarde, así que solo me volví a meter en la ducha, vestirme y salir dirección a la óptica, sin saber que hacer, pero pensando en que ya iríamos improvisando, que sinceramente me gusta más, que planear

Yo llegue a las dos y cuarto a la óptica, y la puerta estaba cerrada ya, pero yo estaba seguro que estaban las dos dentro. Me acerque y toque a la cristalera, y en seguida apareció Ana, uffffffffffffff, de infarto la muy puta, además se le veía el final de la media con el principio de la falda, cosa que a mi me excita y me pone a cien, por muchas veces que me haya corrido, pero también me di cuenta de que estaba roja como un tomate, como si hubiese discutido y alterado con alguien, aunque también imagine con quien y porque.

Entre, ella cerro la puerta y bajo la persiana, que se baja desde dentro, y nos metimos en el despacho donde la use por primera vez, y allí estaba Yolanda, totalmente distinta, porque esta aunque sea más puta parece ...