Chantaje y placer IV - Relatos Eróticos

Chantaje y placer IV

... menos, porque no tiene el mismo cuerpo, pero tampoco estaba mal, los mismos botines de la noche anterior, pero una falda vaquera corta y aunque no lo veía medias, por la cuenta que le traía claro.

Y también estaba alterada, así que sin saludar si quiera les dije que quería que me contaran lo que pasaba allí, y como os dije anteriormente en Ana yo veía una vena dominante, y sin más le dije a ella que me lo contase.

Ana me miro y un poco aturullada empezó a decirme que Yolanda cuando llego lo único que hizo fue recriminarle que estuviese engañando a su hermano, que eso no se hacia, que su tal y cual, total un montón de cosas, que solo hicieron que yo me enfadase, aunque en el fondo me gustase, porque me daba un motivo para castigarlas y putearlas más aun.

Cuando acabo de relatarme todo solo le dije que como había consentido eso, que ella era mi puta, pero que Yolanda no era nada, que no servia ni de puta, y que tenia que haberla dado un buen bofetón, y que tenia mi permiso para hacerlo, y no me equivoque sabia que ella era domina, se volvió y sin más le soltó un bofetón que a Yolanda, y a mi, lo reconozco, nos pillo también de sorpresa, pero no se quedo hay, la cogio del pelo y la tiro al suelo, yo me limite a sentarme y observar, quería ver hasta donde era capaz de llegar Ana.

Ana se levanto la falda y no llevaba bragas, cada vez me gustaba más esta zorra, y le puso el coño en la boca, diciéndole que se lo comiera, que quería ver si era tan mala comiéndolo como ...

... el cornudo de su hermano, porque eso es lo que iba a ser a partir de ahora un cornudo, que ella iba a follar con quien mi Señor diga, pero tu no eres ni eso, tu solo eres basura, para usarte puta más que puta.

Yo estaba alucinado, pero contento con no equivocarme en ver quien era Ana. Esta la tenia bien cogida de la cabeza y restregándole el coño por la boca de Yolanda, que no paraba y ponía empeño, supongo que quería demostrar que era mejor que el cornudo, y se lo estaba haciendo muy bien, pues Ana me miro y me dijo “Señor me da permiso para correrme en la boca de la puta esta”, a lo que yo asentí, solo le dije que era suya que la usara a su antojo, y sin más soltó un grito que yo creo que hasta se sintió en la calle y empezó a correrse, y con tal intensidad que se tuvo que apoyar en la mesa que tenia al lado para no caerse. Pero no tardo en recuperarse, pues la miro y le soltó otro bofetón y le dijo que quería que le dejase el coño limpio, y Yolanda resignada, y excitada claro empezó a limpiárselo con su lengua, pero Ana siguió sorprendiéndome, pues si previo aviso empezó a mearse en la boca de su cuñada, cogiendola del pelo y escupiéndole en la cara le advirtió que no quería que se dejara una sola gota, cosa inevitable, pues no le daba tiempo a tragar y se le derramo en el suelo bastante, y sin más la volvió a coger del pelo y le hundió la cara en el suelo obligándola a limpiar el suelo con la lengua.

Yo estaba alucinado, y tremendamente excitado, tanto que me había ...