Chantaje y placer IV - Relatos Eróticos

Chantaje y placer IV

... que por ahora estaba bien, pero que el viernes por la mañana nada más llegar debería dejar al cornudo e ir a mi casa.

Así será mi Amo.

Luego se dio la vuelta y en su condición de domina, le dijo a su cuñada, “y tu ahora perra buscate la vida para irte a tu casa, una puta como tu no puede estar a mi lado así vestida”, a partir de ahora van a ser las veladas familiares de animadas… y se rió, y la verdad yo también. Y nos dimos la vuelta y echamos andar en dirección al coche de Ana, dejándola allí, y la verdad no miramos ni una vez para atrás.

Una vez en el coche le dije a Ana que me acercara a casa, y ella solo me dio las llaves diciéndome si quería conducir yo, al principio me pareció raro, pero vamos cogi las llaves y nos subimos en el coche, y hay mi sorpresa, la puta antes de sentarse de subió la falda y se sentó sobre su culo, me miro y me dijo “le gusta mi Señor”, he leído algo y se y espero que le guste, yo solo le metí dos dedos en el coño que ya estaba húmedo, y acercándome a ella le comí la boca a lo que ella respondió con fuerza y pasión.

Arranque el coche y me dirigí a casa, mientras le acariciaba su pierna, me encanta el tacto de las medias en mi mano, y mas cuando pasabas de la media a la carne, ella solo suspiraba y mantenía los ojos cerrados, pero muy segura de si misma, porque cualquiera que se parara al lado de nuestro coche le vería muy bien el coño, pues mantenía las piernas abiertas, cosa que a mi me hubiese gustado, pero no se dio el caso, así ...

... que una vez en casa le dije que subiese conmigo que tenia necesidad de usarla, que me había excitado y me la iba a follar.

Se bajo y para mas asombro de su entrega, no se bajo la falda hasta que estuvo fuera del coche, nos dirigimos hasta mi casa y yo ya en el ascensor como no podía más le subí el jersey que llevaba y empecé a morderle los pechos con ansia, y ella solo suspiraba y gemía, menuda perra había encontrado.

Le quite la chaquetilla y la camiseta y le subí el sujetador, y la deje así en el ascensor.

Al entrar en mi piso no podía más y allí mismo en la entrada la puse de rodillas y se la metí en la boca, y empecé a follarmela, cuando veía que no iba a tardar en correrme la levante, y la metí en mi cuarto y poniéndola a cuatro patas en la cama se la metí, y le dije solo quiero correrme dentro de ti, no quiero que te corras, te iras así a Sevilla, llena de semen de tu Señor.

“Lo que Ud., diga mi Amo, como si quiere que haga que el cornudo me limpie el coño con su semen dentro, es tan inútil que ni se daría cuenta.”

Le dije que me corría y ella solo dijo que si, que la preñara, que seria un honor quedar preñada de su Amo.

Cuando me salí de ella, solo se dio la vuelta y me limpio la polla, y cuando la dejo limpia, se levanto se recompuso la ropa y me dijo que si necesitaba algo más de su puta,

Yo simplemente la bese y le dije que no que se fuera con el cornudo y que tuviese buen viaje.

La continuación en el próximo capitulo de mi vida.

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