Mi doctor favorito - Relatos Eróticos

Mi doctor favorito

Este relato es absolutamente real involucra a un doctor cachondo y a una paciente (yo) bien caliente. Sucedió hace unos tres años pero todavía se me hace agua la boca cada vez que lo recuerdo. Por alguna razón encuentro especialmente apetecible hacerlo con extraños, aunque la verdad en esa ocasión ni siquiera me lo había pensado, asistí a consulta con un médico del fraccionamiento al que yo no conocía, era algo rutinario, una molestia menor.
Ese día entré a la sala de espera del consultorio y escuché al médico atendiendo a otro paciente, tomé asiento y esperé mi turno. Cuando el doctor abrió la puerta  y salió acompañando a su paciente a la salida me miró abriendo los ojos con sorpresa, quienes me conocen dicen que soy muy guapa y sexi, a mi me gusta mi cuerpo y a los hombres más, soy de estatura media 1:65, blanca, cabello castaño, piernona y tetona. Me sentí un poco intimidada con la mirada del galeno quien no me pareció muy guapo, pero si tenía buen cuerpo.
En cuanto me indicó que entrara, lo hice y en seguida vi que babeaba desnudándome con la mirada. después lo de siempre me pregunto mi nombre, tomó otros datos y cuando menos me di cuenta ya me tenía sobre su camilla "revisándome", mientras me hablaba suavemente me desabotonó la blusa y empezó a palpar mis senos, yo sabía que no tenía que hacerlo pero me encantaron sus enormes manos sobre la tela de mi sostén apretándome las tetas, lo dejé seguir y envalentonado se las arregló para desabrochar el brassiere, cuando mis ...

... tetas saltaron libres me sorprendieron al mirarlas tan grandes:
-Mamita chula que chichotas tienes... míralas que hermosas....
En cuanto dijo esto agarró cada uno de mis pezones entre sus dedos índice y pulgar, retorciéndolos  y jalándolos  hacia arriba
-¡hay chiquita tus pezones están durisimos¡, dejame probarlos por favor.
-Si,si... chupámelos ...me encanta
Sus manos grandes no bastaban para abarcar en su plenitud mis tetas, me agarraba cada una con ambas manos y se lanzaba frenéticamente contra mis pezones, me parecía que no podía soportar tanto placer, sentir sus labios, lengua y dientes mamando eran una delicia.
Comence a gemir de placer sintiendo sus lengüetazos y mordiscos sobre mis areolas y pezones, me pareció irreal el tamaño que para entonces tenían.
Él por supuesto también lo noto:
- Mami que cachonda te vez..mmmm...¿Has amamantado bebés?... me gustan tus pezonsotes...
-ah, ha, te juro que a ningún bebe, pero tu eres hoy mi bebé..llenate chúpalas rico... hay, hay, si..así..
Sin dejar de mamarme sentí una de sus manos en mi entrepierna, de un jalón me quitó la ropa interior y sentí uno de sus dedos adentro, me retorcí de placer...
Entonces me levantó firmemente de la camilla, me bajó y me besó en la boca, cuando atrajo mi cuerpo al suyo sentí la dureza de su pene contra mi muslo, lo palpé a gusto y no podía creer el grosor y tamaño que sentía en mi mano.
-Dime que soy tu puta y dámelo todo..
-Si eres bien puta... mi puta tetona y nalgona ..te lo voy a ...