1. Iba para casa y encuentro a Tino mi viejo vecino.


    Fecha: 13/07/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... lavabo del aseo, empezó a gritar que se corría. 
       Ya, ya me corro, ya me corro, gritaba aferrándose a mis caderas y golpeando mi culo con su pelvis una y otra vez, salvajemente.
    
       ¡Ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! ¡ooohhh ohhh! Gritaba derramando todo su esperma por mis entrañas, dejándome preñado de leche. 
    
       Yo que estaba sudando por todas partes, me sujetaba al lavabo, notando como mi pobre polla no dejaba de gotear pequeñas gotas de semen.
    
       Cuando por fin terminó de preñarme el culo con su semen, sacando su verga de mi caliente y dolorido culito, me dio la vuelta y dando un largo y ardiente beso, me ordenó que me metiera a la ducha y así poder lavarme mejor.
    
       Cosa que hice al momento, lo que el muy cabrón no me dijo, es que todavía no había terminado conmigo. Detrás mía, se metió él también, y luego de abrir el grifo, mientras el agua salía por el maneral de la ducha y esperábamos a que esta saliera caliente, me obligó a agacharme y que metiera su polla en la boca.
    
    
       Así maricón, así, abre esa boquita y chúpame la polla. Anda, chúpala y saboréala bien, que se lo merece por haberte hecho gozar y disfrutar tanto.
    
       Haciendo lo que me decía, abrí la boca, excitado y caliente como aún estaba, empecé a chupar aquel trozo de carne que tanto me había hecho gozar, probando los restos de semen que todavía le quedaban. 
       Después de dejarle bien limpia la verga, mientras yo estaba de cuclillas terminando de chuparle la polla, mientras sujetaba ...
    ... esta con mis manos, noté como se hinchaba un poco, empezando el muy cabrón a mear por mí.
    
       Así putita así abre la boca y deja que te mee por ella. 
    
       Hijo de puta, pensé en esos momentos, mientras cerraba apresuradamente la boca, notando como caía por mi cara y pecho la meada que me estaba largando el muy hijo de puta. 
    
       Nada más terminar de mear por mí, cogiendo el maneral de la ducha, empezó a echarme agua por todo el cuerpo, arrastrando con ella los restos de su meada. Luego me hizo levantar y cogiendo gel en su mano, pasó este por mi cabeza y cuerpo, enjabonándome a la vez que se aprovechaba y me iba metiendo mano. No me volvió a follar, porque su polla colgaba flácida entre sus piernas, que, si llega a ponérsele dura, el muy cabrón era capaz de volverme a follar.
       Lo que sí hizo, fue pajearme mientras me abrazaba por la espalda a la vez que mordía mi nuca y cuello.
    
       Así mariconcito así, deja que te saque la lechita y no te me vayas a marchar caliente cómo te encontré esta noche, me decía mientras me pajeaba.
     
      No tardé mucho en correrme, notando el calor de su sexo pegado a mi culo y aquellos mordiscos que me daba, hicieron que mi cuerpo enseguida empezara a convulsionar y por mi polla empezara a expulsar el semen que contenían mis huevos.
    
       ¡Ohhh! Me corro, me corro, gritaba yo, eyaculando sobre los azulejos de la ducha, mientras mis piernas no paraban de temblarme.
    
       Una vez terminé de correrme y aún me temblaban las piernas mientras él ...
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