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Volvieron a verse con su antiguo amante
Fecha: 08/12/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Habíamos ido a visitar a Carmen, una amiga de juventud de mi esposa. Empezó como una de esas vistas de tarde de domingo en las que el tiempo pasa lentamente hasta que afortunadamente llega el momento de marcharse. No es que la amiga de mi esposa o su marido sean sosos o aburridos pero mientras ellas dos sabían que contarse, a mí me costaba un poco mantener una conversación con alguien con quién tengo poco o nada en común. Por ello los dos maridos nos dedicamos a seguir los juegos de su hija y de la nuestra. Ellas tenían un tema evidente de conversación, mi esposa estaba en el quinto mes de embarazo y la barriga era evidente. Y mientras esperaba que llegará el momento de irnos no podía evitar pensar en que la iniciación sexual de mi esposa Ángeles había llegado de la mano de Fernando, que era el hermano de Carmen. Mi esposa me había asegurado que nunca habían sido novios tal y como en general entendemos pero los veranos Fernando se apuntaba a las salidas de camping del grupo de amigos y amigas de su hermana. A pesar de ser un poco más joven que Ángeles habían terminado por intimar cuando los distintos miembros del grupo quedaban aparejados. Y de intimar como amigos habían pasado en esas estancias lejos de la formalidad de la vida diaria a intimar como amantes por las noches cuando no quedaba nadie en el grupo por aparejar. Me había explicado mi esposa que en las vacaciones durante el día o el resto del año no tenían ninguna relación especial. Pero ...
... algunas noches en esas salidas a la playa o al campo el deseo y la pasión (sin amor) les unía. Esta situación terminó cuando por razones de trabajo conocí a Ángeles y empezamos a salir. Al cabo de un rato sonó el timbre de la puerta y llegó Fernando a ver a su hermana Carmen, a su cuñado y a su sobrina. Siempre había sido celoso y empecé a sentir un cierto mosqueo interior. No es que los celos me enloquezcan pero ... Después de saludarnos con la fingida naturalidad esperable en mí volví a los juegos de las dos niñas en el jardín de la casa mientras quedaban Carmen, Ángeles y Fernando conversando en la sala de estar. Después de un ratito llegó Carmen al jardín y tuvieron que pasar unos quince minutos para que llegaran Ángeles y Fernando. Al fin llegó la hora de marcharse. Fue una breve despedida en la que no faltaron las habituales indicaciones sobre la necesidad de volvernos a ver próximamente. En el coche no hubo más comentarios que los necesarios para mantener a la niña despierta hasta llegar a casa y así conseguir que cenara algo. Pero después de meter a nuestra hija en la cama no pude evitar el preguntarle por el tiempo pasado por Ángeles con su antiguo amante. De entrada ella evito la respuesta mientras fingía mirar la televisión. Pero inmediatamente me miró y con cara seria me dijo: - Te lo puedes imaginar, me ha dicho que el embarazo me sienta bien y que se me ve muy guapa. A pesar de que mi esposa no es ninguna belleza extraordinaria tampoco puede ...