Romance de vecindad - Primera vez colegiala con vecino mayorcito - Relatos Eróticos

Romance de vecindad - Primera vez colegiala con vecino mayorcito

... arriba mi falda para poder observar mejor. "Ya eres una mujer María", dijo serio.
   Yo seguí abriendo las piernas muy lentamente. "Siempre supe que te gustaba" me dijo con una sonrisa en la cara devolviendo su mirada llena de fuego a mis ojos. Suspire un momento acercandome a su boca diciendo; "¿por que nunca me buscaste?" 

   Él me tomó del cabello muy fuerte y sexy, acercandose a mi oido, "Ahora eres mi putita". 

  Me empujó contra él besandome apasionadamente abrazandome fuertemente, pasando su lengua sobre mi boca, cuello y oreja. Estaba excitandome demasiado, era mi sueño. Lo distancie un poco para aclararle unas cosas, y accedió a parar y escucharme.

  Volvimos a sentarnos en frentados, y le comenté que no deseaba que nadie de la vecindad sepa de lo nuestro, ni su madre ni mi abuelita, que todo sea una aventura secreta entre nosotros, accedió a la idea de manera gustosa.
 
  También le comenté que quería mantenerme virgen hasta el matrimonio. Quedó un poco desconcertado, luego de un pequeño silencio, continúe diciéndole que podíamos tener sexo oral y anal. Su semblante cambió, sus ojos quedaron brillosos y se notaba como se le hacia baba en la boca. Aceptó muy feliz todo, y expresó que era la mujer de sus sueños. 

En ese instante me desnude parada sobre la cama, dejandolo observar todo mi cuerpo, y me coloqué el babydoll de tul casi transparente de tono rosa pálido.

Él procedió a quitarse el uniforme de obrero, con el pene muy erecto, comiendome con ...

... la mirada.

Me senté sobre él, para sentir su enorme bulto, que solo lo separaba de mi clitoris la delgada tela de sus calzones desgastados.

Le susurré que quería que fuera tierno, y complaciente. Que deseaba que me mamará el culo escarbando mi anito, que lo llenará de saliva y que procediera a abrirme lentamente metiendome suave el meñique, quitarlo y luego introducirme el indice, y así progresivamente.

Él se quitó los calzones y me dijo que lo haría encantado si primero le chupo el pene. Le pedí que me enseñará a hacerlo. Entonces me dio instrucciones precisas de como iniciar y como quería que moviera mi lengua. 

Me pidió que pasará mi lengua como a una paleta sobre su glande y que tratará de ensalivarlo lo mas que pueda.

Salian pequeñas gotas de su ferrote oscuro, venudo y peludo. Presionó mi cabeza y elevó sus caderas, me pidió que lo succionará con todas mis fuerzas, sentí su glande dentro se mi garganta y el tronco de su pene presionando mi campanita, estaba ahogandome. Se me chorreaban los mocos y las lagrimas.

Comenzó a mover sus caderas, liberandome por unos segundos de esa presión.

Así practicamos por 15 minutos, me pareció una eternidad. Su pene seguía firme, sin eyacular.

Me pidió que me ponga de perrito y comenzó a devorar mi vagina y mi ano por media hora.

Sentí muy rico, y más aliviada luego no poder respirar de su enorme pedazo invadiendo mi boca.

Después me comenzó a meter los dedos al ano, y me pidió que me colocará de cuclillas ...