1. Alejandro, mi vecino me desvirgó


    Fecha: 08/12/2017, Categorías: Gays Autor: marcelo98, Fuente: SexoSinTabues

    ... mencionado que no era su intención lastimarme, sentía arder mi ano y bajar un poco de sangre, Alejandro se me quedó mirando fijamente y sobándome la espalda: Alejandro: Está bien, no te haré más daño, solo sigue mamando, porque estoy que exploto de leche. Seguí mamando su verga por varios minutos hasta que empecé a sentir un líquido caliente en mi boca, era su semen, y él empezó a gemir muy fuerte como un toro furioso; me dijo que me tragara su semen y no dijera nada a nadie, se puso sus shorts y e dijo que me fuera; en ese momento pensé que no le había gustado o porque no me había dejado follar. Se distanció de mí por varios días, Alejandro se caracterizaba por ser un hombre muy heterosexual y no compartía nada gay, sin embargo lo que sucedió entre los dos me demostró que muy dentro de él existe un gran hombre que se deja llevar por la pasión y la calentura. Tiempo después, un día, estaba solo en mi casa, me disponía a hacer mis tareas del colegio cuando escuché la puerta sonar, era él, procedí a abrirle y me dijo: Alejandro: ¿Y tu mamá? Marcelo: No está, ¿Para qué? Alejandro: Entonces ¿Con quién estás? Es que venía a preguntar si mi mamá me había dejado aquí las llaves para entrar a mi casa. Marcelo: Estoy solo, sí aquí están las llaves. Entonces procedió a entrar y cerrar la puerta, se sentó en el mueble, como él en ese entonces estaba aún en el colegio llevaba puesto su uniforme, un pantalón azul que le hacía notar un gran paquete y camisa blanca apretaba con una corbata, ...
    ... entonces se empezó a desabrochar el pantalón y se bajó el bóxer y empezó a sacudir su rica y admirable verga, haciéndome señas con sus ojos a que me acercara y se la chupara; me acerqué sin decir alguna palabra y se la empecé a chupar y sobar esos ricos huevos. Alejando: Esta vez si déjatelo meter, quiero sentir ese culito calientito, la primera vez te duele pero después te gusta y me vas a pedir más. Marcelo: Está bien, aguantaré el dolor de la primera vez. Alejandro: ¡Genial!. ve por un poco de aceite o algún lubricante, para metértelo suavecito y no te duela tanto y así disfrutes. Me desprendí de su gran pene, y procedí a ir a la cocina por aceite vegetal; se la unté con las manos en su pene; luego me puso en cuatro y empezó a admirar mi ano, me escupió la entrada de mi ano y empezó a darle lengüetazos, sentí como mi ano iba dando paso a esa traviesa lengua que se moría por entrar, después sentí como iba introduciendo un dedo, solté un leve suspiro, de ahí empecé a sentir el segundo dedo, estaba gimiendo de placer y dolor a la vez; sentía como sus dedos intentaban expandir mi ano, haciendo movimientos en forma de tijeras. Alejandro: Una vez dilatado tu ano, voy a meterte toda mi verga; ¡Aquí vamos! Se puso de pie, untó más aceite en su erecto pene, y con su otra mano puso aceite en mi ano; introduciendo un dedo para untar aceite dentro de mí; para luego empezar a meter su pene, primero empezó a sobar la entrada de mi ano, con su glande, mientras decía: Alejandro: Qué rico ...