1. Embarazada y zoo


    Fecha: 24/07/2020, Categorías: Zoofilia Tus Relatos Autor: Sophia, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Embarazada y zoo
    
    Ha pasado mucho tiempo de lo que les relatase, aunque por distintos motivos muchas mujeres llegamos a estos acontecimientos, por curiosidad, por excitarnos ante videos, por relatos y por una infinidad de motivos. Trataré de contarles paso a paso como se fueron desarrollando los acontecimientos, muchos pensaran que soy una aberrante mujer y otros disfrutaran del relato.
    
    Me llamo Sophi y en esa época contaba con 22 años de edad, hacia poco que estaba casada y esperaba un bebe. Para el día de mi cumpleaños mi esposo me obsequio con un perro, era un labrador de dos años, al que llamamos Bobby. Era muy juguetón y cariñoso, al que había que retar cada tanto por algún desastre que hacía. Yo tendría en ese entonces un embarazo de casi 5 meses.
    
    Todo se inicio de una manera inocente en un principio, pero las situaciones se fueron encadenando en algo mucho más intenso. Estábamos mirando televisión con Ariel, mi esposo, y comiendo helado cuando un trozo cayó sobre mi vientre descubierto, rápidamente Bobby comenzó a lamer mi panza, produciéndome una sensación extraña, si bien nos reímos con mi esposo, no le hice ningún comentario al respecto. Reconozco que mi estado de futura mamá, me ponía más sensible y hasta mis hormonas parecían alterar mi estado voluptuoso, pero a pesar de eso no paso por mi mente hacer alguna cosa extraña con mi cachorro.
    
    Por lo general me recostaba por la tarde a descansar un poco del trajín diario, ese día estaba bastante caluroso, ...
    ... así que me tiré sobre la cama. Estaba media dormida cuando sentí unas cosquillas entre los dedos de mi pie. Era Bobby, que aparentemente le atrajo mi pie sudoroso, mi cuerpo se estremeció, mientras una excitación comenzó a invadirme. Si bien mi primera intención fue de echarlo, decidí disfrutar de su mimo, que gradualmente iba estimulándome, instintivamente mis manos buscaron mi sexo, para iniciar una suave y placentera masturbación. Estimulada por la lengua de Bobby, friccionaba de manera circular mi clítoris, hasta dejarlo como un duro garbanzo, llevando posteriormente mis dedos al interior de mi vulva, hasta explotar en un intenso y rico orgasmo, pensé que había hecho algo poco confesable; pero a pesar de eso lo volví a reiterar días después.
    
    A partir de ese momento mi juego amatorio con mi perro se fue intensificando, lo ansiaba, aunque mi temor, me contenía a tener una relación completa. El hecho de estar sola la mayoría del día, hasta la llegada de mi marido, hizo que poco a poco fuese haciendo realidad mis fantasías.
    
    Una tarde, repitiendo la práctica anterior, después de haber tenido mi orgasmo, vi la punta roja de su miembro, pensé que se debía de excitar igual que yo, así que con mi pie desnudo, comencé a tocarlo, friccionándolo suavemente, todos mis sentidos estaban puestos en ese suceso, de pronto sus patas se abrazaron a mi pierna, para iniciar un alocado bombeo. Me entusiasmaba su reacción, así que dejé que las cosas se desencadenasen naturalmente, su bombeo ...
«1234»