El inquilino y yo - Relatos Eróticos

El inquilino y yo

El inquilino y yo.
Les contaré un poco de mi, soy un hombre delgado y bajito y desde joven tenía el gusto de vestir prendas íntimas de mujer cuando me encontraba solo ya que mis padres trabajaban y viajaban a menudo. Pero  mi dicha no duraría mucho ya que por cuestiones de dinero. Alquilaron la última habitación de la casa. A un joven de pueblo. Su nombre era Alex. El era alto, no muy acuerpado. En ese momento sentí que mis planes se habían ido a la borda. Pero con el paso de los días mi deseo de vestirme de mujer hacia que tomara lass prendas a media noche y me las colocará. Quiero aclararles que en ese tiempo ya que era joven no tenía con comprar la ropa íntima ya que estaba terminando el bachillerato a penas. Por lo que la tomaba del alambre de mi vecinita. Ella solo usaba tangas, las cuales me quedaban muy bien por mi cola paradita y sin bellos. 
Una noche me sentí muy osada y me desvestí y solo me quedé en tangas. Unas hermosas tangas blancas y decidí ir a modelar por toda la casa. Aprovechando que Alex dormía y mis padres no estaban. Yo sabía cómo mover mis caderas y me paseaba de un lado a otro, incluso abría la puerta del cuarto de Alex y pasaba derecho. Pero al hacer esto mi excitación crecía e hice lo más atrevido que jamás había hecho en mi vida entre al cuarto de Alex, en este solo se veía el reflejo de la lámpara de afuera y eso causaba un efecto más interesante. Empecé a entrar y mi corazón se me quería salir. Pero mi misión era clara quería bailarle en ...

... tangas casi en su cara y salir allí para ir a masturbarme. Empecé agitar mis caderas dándole obviamente la espalda me deslizaba hacia abajo y casi ponía mi cola en su cara. Estando así un par de minutos y después de levantarme y pronta a salir. Sentí que se movió por lo que salí a apresuradamente del cuarto y al momento seguido sentí que se levantó al baño. No sé si me vio, pero no me dijo nada al día siguiente todo paso con normalidad.
Sabia que mis padres no llegarían hasta el día siguiente así que estaba dispuesto esa noche a repetir mi acto. Espere que estuviera dormido y procedí a desnudarme nuevamente y está vez me coloque un body rosa que tenía de mi madre que hace mucho había echado a la basura y yo sin que se diera cuenta lo había tomado para mi, repetí la Rutina entre al cuarto y empecé a bailar, pero el body dabas más calor por lo que ya me sentía húmedo y pensé más pronto en retirarme, después de una de las inclinadas casi en su cara y parando mi cola. Ya dispuesto a seguir lo mire y me iba a marchar pero Oh! Mi sorpresa cuando me tomo de la cintura y me dijo al oído. Que linda te ves. Esta frase me dejó fría y cuando quise salir corriendo me giro hacia el quedando frente a frente. Con sus manos tomo mis nalgas apretándolas fuertemente y dándome nalgadas y me decía que había sido una niña mala. Esta situación me tenía incómoda, pero a la vez muy excitada y está esperando que pasaría. Después de esto me refiero sobre sus piernas boca abajo y comenzó a darme nalgadas me ...