Navidad
Fecha: 13/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Navidad
Mi viejo nos dejó hace más de diez años y, como tenía mucha pasta, mi madre se quedó el piso, que luego cambió por otro más pequeño, una torre en la Plana de Vic y una pensión vitalicia, pero no por ello dejó de trabajar, aunque cambió su turno por el de noche. Eso hace que por la mañana duerma y por la tarde salga por ahí, que ella dice que aún necesita alguien que la consuele.
Yo sólo estoy en Barcelona el fin de semana, pero apenas la veo.
Pero en Navidad, aunque es una época fuerte de trabajo, nos cogemos 10 días y nos vamos a la torre. Ella dice que sólo así logra librarse de sus neuras.
El pueblo aburre hasta a las ovejas, por lo que se impone una salidita nocturna.
Con gran sorpresa me enteré que en la carretera de BCN, un poco hacia las afueras, habían abierto 2 grandes bares musicales. A pesar de la rasca que pegaba (20 de diciembre), me dirigí hacia allí.
Por lo oído, estaban muy cerca el uno del otro. Entré en el primero y vi que era enorme y que habían pocos caretos conocidos. O eran gente de fuera o eran nuevos, pero estaba tope de agobiante, así que me abrí hacia el segundo, que estaba algo menos lleno, aunque había mogollón de gente.
Era una nave industrial reconvertida a bareto o algo por ese estilo. El camarero me dijo que pasase hacia dentro, que había más sitio.
Me fui al final de la barra y encontré un taburete libre y, cuando iba a sentarme, el pavo de al lado me paró y dijo: - Espera tío que te mancharás. A unas pavas que ...
... estaban aquí se les ha derramado el cubata. Llamó al camarero para pedirle un trapo y me lo dio para secar el taburete. Me fijé al girarme, que el tío estaba de vicio, a pesar de llevar una pata escayolada, recorrí con la mirada toda su cara y todo su cuerpo. Guau !. De muerte !.
Aparentaba unos 23 ó 24 años y estaba muy moreno, ese moreno de nieve que a mi tanto me atrae.
El pavo empezó a cascar conmigo. Lo primero, presentarnos, él se llamaba Miguel. Al poco me dijo que iba al meódromo. Yo también tenía ganas y le acompañé. Lo que no suponía era el tipo de meadero que se gastaban allí. Un rincón largo en forma de L y ningún tabique que separase a un tío de otro.
Me pidió si no me importaba que se apoyase en mi hombro, ya que a la pata coja le costaba mantener el equilibrio y se la sacó, tras el me la saqué yo y empezamos a mear. Noté que con el brazo ejercía una fuerza sobre mi cuello que me forzaba a girar la cabeza hacia él y hacia abajo, a lo cual no me opuse en absoluto...
Vi un rabazo de película, y eso que yo no gasto un mal número, pero aquello me superaba. Terminamos y volvimos al local. El empezó a contarme que había quedado semanas antes con sus primos, ya que padres y tíos estaban de viaje, en reunirse en la torre de los tíos. El fin de semana anterior a pesar de ser monitor de sky, se jodió la rótula al pasar sobre una raíz enterrada en la nieve y tenía para semanas. Los primos se habían ido a una disco de Vic y él se había quedado sólo.
Me contó ...