1. Cunnilingus a Melina, la pendeja


    Fecha: 13/12/2017, Categorías: Incesto Autor: dandar, Fuente: CuentoRelatos

    ... se había quitado el pantaloncito. ¡Y estaba mostrando su preciosa conchita!
    
    “¿Vos sos tonto?”
    
    Sin pronunciar palabra, la miré de arriba abajo, puse tres cubos de hielo en su vaso y lo llené de tequila.
    
    - Ya me puse cómoda, pero no para dormir… - expresó Melina con voz seductora.
    
    Tomó el vaso y bebió un buen trago. Mordiéndose los labios me clavó su mirada sexy.
    
    - ¿Qué pasa? ¿Qué pensás? ¿No te gusta lo que ves, no te gusto? –preguntó.
    
    Sonreí. Apuré la mitad de mi vaso, me arrodillé al borde la cama, a centímetros de su entrepierna. Y dije:
    
    - Melina, ¡sos hermosa! Claro que me gustás…; pero llegaste con mi amigo, y me parece mal…
    
    - ¡Sos un caballero!, ¡redulce! ¡Hay pocos hombres como vos! Aunque tengo que aclarar varios puntos. Primero, fue Carlos el que se durmió borracho, dejándome sola; segundo, yo no soy su novia, no hay nada entre nosotros, ni tampoco habrá, y eso se lo aclaré desde el primer momento que acepté un trago y salimos a bailar…
    
    - ¡Esperá, pará ahí! Decís que no hay nada entre ustedes pero llegás con él a mi casa y te metés en la pieza… Si entras a un dormitorio con un tipo no es para discutir filosofía…
    
    Melina se rio, encantadoramente, bebió de su vaso, y sostuvo:
    
    - Si, pero que coja con algún hombre no significa que tenga algún compromiso. Sólo es sexo… Hace tiempo que Carlos me quiere coger, y hoy, cuando lo vi borrachito, le di calce porque tenía otra idea en la cabeza…
    
    - ¿Entonces ya habías calculado que él no iba a ...
    ... hacer nada? ¿Cuál era tu idea?
    
    - Decime, ¿por qué llegamos a tu casa?
    
    - Carlos me habló por teléfono, dijo que no tenía plata para ir a un telo, y me pidió un dormitorio para estar con vos…
    
    - ¡Jajaja…! ¡Yo le dije que te diga eso! Le expliqué que no quería ir a un telo, y le propuse que te pida a vos un lugar en tu casa…
    
    - No entiendo, ¿por qué en mi casa?
    
    - Beto, ¿sos tonto? ¡Para estar con vos! –exclamó tras lo cual se inclinó y me besó en la boca.
    
    Lengua y dedos
    
    ¡Fue un beso espectacular! Sus delgados labios, húmedos y calientes, apretaron los míos, e inmediatamente su lengua carnosa rodeó la mía, recorrió todo el interior, succionó y envió aliento y saliva. Al mismo tiempo, sus suaves manos apretaron las sienes, tras lo cual su lengua dejó mi boca y jugó en el interior de mis orejas.
    
    - Entonces, ¿querés conocer como hago acabar a las chicas? –le pregunté entre gemidos.
    
    - ¡Para eso estoy acá! Tomá, comela… -sostuvo, mientras se estiró en la cama mostrándome su cuerpo espectacular y la plenitud de la vulva.
    
    Me encantan las conchas, labios vaginales, clítoris. Desde adolescente aprendí a lamerlas, besarlas, chuparlas, dedearlas, comerlas. Tragar los jugos. Las disfruto y logro que las mujeres disfruten. Como mucho, en quince minutos las hago tener orgasmos.
    
    Me esmeraría con Melina.
    
    Descendí con mi boca hasta los dedos sus pies y los lamí. Empezó a gemir. Subí lentamente por sus piernas, me detuve en los exquisitos muslos, y de allí salté ...