1. EL CALZÓN ROJO DE CLAUDIA


    Fecha: 07/08/2020, Categorías: Lesbianas Tus Relatos Autor: marystegui, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... ese calzón rojo, así como la estoy sintiendo ahora que lo tengo entre mis manos mientras escribo.
    
    No voy a guardarme el hecho de que acabo de hacer una pausa para masturbarme con el calzón rojo de Claudia. Pero para seguir contándoles, cuando ya tenía abierta su falda por completo comencé a jalar ese calzón rojo hacia abajo cosa de mirar su vulva, los pelitos que ya tenía salieron alborotados hacia arriba y podía oler el sabroso aroma de su excitación, tenía la vulva caliente, Claudia detuvo mi mano, pero yo no quise soltar su calzón, tenía muchas ganas de ver su vulva, a ella le estaban saliendo los pelos mucho más rápido que a mí y eso aparte de causarme curiosidad, me gustaba demasiado.
    
    Como se hacía incomodo llegar a la parte más baja de su vulva estando sentadas, no dude en levantarla del asiento, cayó su falda al piso y fue ahí que pude contemplar su hermoso calzón rojo, como se ajustaba a su vagina me entusiasmaba aún más, hacía que sus piernas se vean más largas, marcaba su vulva perfectamente y se ajustaba perfectamente a su vientre, me enloquecía ese calzón, tenía que ser mío.
    
    La abracé y puse mis manos en sus nalgas, que ajustado le quedaba aquel calzón en el culo, quise avanzar con ella hacia la mesa, pero no me entendió hacia donde quería ir y se quedaba, luego le cogí la mano y le dije: “Vamos para allá” apuntando la mesa, ella miró hacia la puerta y me dijo que no muy nerviosa mirando a la puerta, seguramente lo que más nerviosa le ponía es que mi ...
    ... madre pudiera llamar a la puerta en cualquier momento. De todas maneras, la llevé de la mano, se veía tan rica caminado únicamente con su calzón rojo.
    
    Apoyé su culo al borde de la mesa. Nos seguimos besando, ella tocaba mis pechos y bajaba hacia mi vulva, me encantaba sentir como llegaba a poner su mano entre mis piernas y frotaba con su mano, el calzón se me pegaba a la vulva por lo húmeda que estaba, seguramente ya hasta tenía mojado el pantalón de esa parte. Estaba más que aturdida besándola y con las ganas que tenía la tomé de las nalgas y la senté en la mesa con las piernas abiertas, me puse en medio de ellas y después de unos besos me concentré en el calor que desprendía de entre sus piernas, me puse a observar su calzón rojo.
    
    Con toda mi excitación me emocioné al verla con las piernas abiertas y como su calzón estaba pegado a su vulva, la hacía ver más gruesa, no tarde en tocársela por encima de la prenda, ella me miraba hacerlo y se paralizaba de la emoción, suspiraba, me miraba con nerviosismo, había momentos en que la besaba, pero era más el gusto de estarle tocando entre las piernas encima de ese calzón, hasta se lo metía en la raja y la tela se humedecía.
    
    Para masturbarla metí mi mano y sentí sus pelos húmedos, pegajosos por el flujo que ya había expulsado, pero no me detuve en ellos y con ayuda de esa humedad mis dedos resbalaron rápidamente al interior de su raja que es donde me gustaba tocarla, su raja estaba inundada de secreciones tibias, sacudí mis ...
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