1. 4 – 128 1960: Noviembre


    Fecha: 10/08/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: S. Jackson, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... tiempo después el sol brillaba anunciando el nuevo día, Renzo Orestes quiso levantarse para ducharse y asearse pero Luis lo contuvo del brazo, ambos sonrieron, el muchacho de diecisiete años se acostó sobre el hombre de treinta y siete años, así, vinieron los besos y manoseos, hicieron el 69 y se penetraron en orden demostrándose su atracción sexual, con el tiempo la transpiración hizo que fueran a ducharse, Renzo Orestes preparó el desayuno, como si fueran pareja tenían una relación cordial, Luis fue hacia el armario regresando al comedor llevándole dos cajas de ropa puestas sobre la mesa, Renzo Orestes saltó de gusto y lo abrazó besándolo, allí mismo Luis lo desvistió y le iba colocando la camisa, antes de ponerle el slip de moda le lamió el pene en varias acciones, luego de verlo bien vestido salieron en el auto rumbo a la oficina, a mediodía Renzo Orestes se acercó al lugar donde vivía, estaba su abuelita la vendedora de billetes, y o estaba sola, estaba con un presentable hombre que estaba iracundo, era la primera vez que lo había visto, se sorprendió a más de su presencia de su actitud para quien nunca lo había visto, el hombre le increpaba por la despreocupación de él hacia la anciana, el furibundo hombre le habló con elocuencia diciéndole al joven de diecisiete años que en la tarde de ayer la había encontrado desfallecida en la calle, la condujo hacia el hospital y por no tener referencia de alguien le tocó auxiliarla pues era una persona agradable y muy sencilla a ...
    ... la que por fortuna todas las tardes de los miércoles le compraba lotería por la calle donde él labora, hace pocas horas la había sacado de emergencias trayéndola a ese lugar, el muchacho apenado agradeció por lo que había hecho por la anciana, aunque le confesó que esa mujer no era su abuela carnal pero que lo había criado como si lo fuera y para conocimiento del hombre que se sepa que tanto ella como él se tienen a sí mismos solos en este mundo, el hombre pidió simplemente que se preocupe con mayor razón de ella, que esté pendiente, el muchacho sacó del bolillo dinero para pagarle al hombre pero esté puso delante su mano negándose a recibirlo, quería dejar en claro que lo que había hecho era por simpatía y cariño a la venerable anciana, le dejó a cambio una tarjeta, la vio y la guardó en el bolsillo, el hombre salió del chalet rustico en el que vivían en su camino a su auto se imaginaba de dónde vendría ese pobre muchacho con ropa nueva bien presentable, sonrió con una mueca mientras encendía el auto, recordó la promesa que le hizo en su lecho de muerte a Sebastián su amigo reo en la cárcel, aún no lo cumplía eso de poder encontrarlo y poderle ayudar, seguramente tendría la misma edad que ese muchacho, sí, así lo fuese, sólo deseaba que al muchacho que estaba buscando n tuviese la misma suerte que ese pobre muchacho, que seguramente vende su cuerpo a cambio de aquellos lujos superfluos, el auto inició su camino, apegado desde la ventana Renzo Orestes sacó la tarjeta de su ...
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