Mi comadre Mati - Relatos Eróticos

Mi comadre Mati

... cerraban, metí la verga en su coño para lubricar la verga mientras con uno, dos dedos le jugaba el culo para abrirlo, saqué la verga y se la puse en la entrada del culo, empujé y batallé para entrar, era muy estrecho, sus gemidos pasaron a grititos, finalmente pude meterla toda, ahí la dejé sin moverla un momento, su culo se apretaba sobre ella, empecé a mover lentamente un buen rato, quería estar ahí dentro lo más que pudiera, sentir ese placer, sus dedos estaban dentro de su coño por lo que empezó a mover hacia atrás y hacia adelante, puse mis manos en su cadera, aceleré el ritmo, más y más hasta que exploté, arremetí varias veces más para venirme completo, nos dejamos caer sobre la cama, yo aún dentro de ella, finalmente mi verga salió sola, me tendí a su lado acariciando su espalda, sus nalgas, se incorporó “¿nos duchamos?”, “bueno”, realmente sólo nos duchamos de la cintura para abajo, salimos de la ducha, me vestí sin dejar de verla vestirse, lo que me excitó nuevamente, se puso los tacones y me coloqué a su espalda, besándole el cuello, tomando sus pechos, bajé una mano y la metí dentro de la falda para juguetear con su coño que ...

... inmediatamente se mojó, la incliné, puso las manos sobre la cama, abrió las piernas y me ofreció sus nalgas, hice a un lado las bragas y metí la verga en su coño, volvió a lubricarse mientras jugueteaba con su culo, bajé un poco su culo y se la metí suavemente, empezó a empujar hacia atrás y hacia adelante ayudándome a metérsela, se vino mas fuerte que antes, aceleré el ritmo y me vine, sus piernas temblaban, se salió, fue nuevamente al baño y regresó “ya vámonos si no, no vamos a salir nunca”, salimos, regresamos a la oficina.

En el trayecto de regreso a casa sólo me dijo “no me gustaría que se entere mi mamá”, “no te preocupes” y así fue.

Visitamos el departamento dos o tres veces a la semana durante más de un año, las visitas se acabaron cuando me dijo que había conocido a alguien y que se iba a casar con él, yo ya lo sabia porque me lo había comentado su madre.  En fin, se casó, por supuesto que acudí a la boda, tuvo dos hijos más, un varón y una mujer, también los lleve a bautizar.

Aunque ya no regresamos al departamento, en varias ocasiones pude disfrutar de su culo en mi propia casa, pero eso ya lo contaré en otra ocasión.