1. Un deseo, una vez.


    Fecha: 26/08/2020, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Follet, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... separó de mi, abrió los ojos “por dios ¿qué es eso?”, la verga es algo de lo que más admiró de mi cuerpo, desde pequeño me di cuenta que era un instrumento más grande que el común y siempre le saqué partido, el ser grande y gruesa a algunas mujeres les costaba trabajo aceptarla. Ella se excitó.
    
    Metí la otra mano bajo el calzón, acaricié la vulva, metí un dedo, se humedeció, jugué un rato con ella aunque sentía la urgencia de estar dentro.
    
    Desabrochó mi pantalón y sacó la verga, su mano no la alcanzaba a cubrir, empezó a subirla y a bajarla logrando que creciera más, la tomé de la cadera y la jalé hacía mi, entendió lo que pretendía y se sentó encima de mi, mi verga entre sus piernas sintiendo sus nalgas, se recostó en mi pecho, nos seguimos besando, acaricié sus nalgas, tomé la verga y se la coloqué en medio de las nalgas apretándola con ellas, levantó la cadera, hice a un lado el calzón, coloqué la verga en la entrada del coño y empujé un poco, lanzó un gemido “despacio por favor”, me dijo, me contuve sintiendo la humedad y el calor de su coño, moví dentro de ella sintiendo como apretaba su concha la verga que estaba entrando, empujé otro poco y en cada arremetida sentí sus estremecimientos, puso su cabeza en mi hombro arqueando el cuerpo y abriendo las piernas, empujé más y más hasta que logré meterla toda, paso de los gemidos a los jadeos y de ahí a los gritos, la tome de las nalgas para ayudarle a moverse, se vino fuertemente mojando mi pantalón, lanzando un grito ...
    ... ahogado, levantó la cabeza, abrió los ojos, me sonrió, volví a mover, puso los ojos en blanco, apretó la boca, jadeaba, aceleré el ritmo y me vine, se dejó caer en la verga apretando y soltando sus músculos vaginales sobre ella logrando que mi venida fuera más satisfactoria.
    
    Cuando terminé seguía dentro de ella, se recostó en mi pecho, acaricié su espalda, bajé las manos a sus nalgas, acariciándolas, pasando las manos en medio de ellas, la verga reaccionó y empezó a levantarse nuevamente, ella se salió, “vamos al cuarto”, dijo, se acomodó el traje de baño, me cerré el pantalón, la verga estaba erecta nuevamente. La seguí al cuarto sin dejar de admirar sus nalgas, redondas, firmes, se me clavó en la mete la idea de tener ese culo.
    
    En el cuarto se despojó del traje de baño, tenía las marcas de la asoleada, se acostó boca arriba invitándome a imitarla, me quité la ropa y me acosté a su lado, poniendo mi brazo debajo de su cuello, la jalé hacia mi, nos besamos, tomó mi verga, se giró en la cama y bajó hasta ella, la rodeo con la lengua, abrió la boca para meterla sin logarlo del todo, puse mi mano en su concha metiendo y sacando los dedos, lubricando su culo con sus propios jugos, presioné el botón de su culo y metí un dedo, se estremeció pero no se negó, abrió las piernas y logré meter un dedo en su pucha y otro en el culo, empezó a moverse como posesa y se vino sobre mi mano, seguí haciendo lo mismo, no quería que se perdiera la excitación.
    
    Me moví a un lado sacando la ...