1. Espiado mientras me daban por el culo.


    Fecha: 29/08/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... dijo si yo era del ambiente. 
    
       Dándome yo cuenta en ese momento a lo que se refería, me encogí de hombros, sin poder ser capaz de decirle claramente que sí, que era del ambiente o que entendía.
    
       El todavía algo sorprendido por mi timidez, va y me dice: O sea que no sabes si eres gay…
    
       Yo me volví a encoger de hombros, empezando a abrocharme el pantalón. 
    
       Entonces va él y me suelta, ¿eres virgen?
    
       No, le contesté a la vez que movía la cabeza de forma negativa.
    
       El sonriendo, al ver que tenía enfrente del a un auténtico pipiolo en la materia, viendo que podía tener chance conmigo, va y acariciándome la cara, me dice que me invita a una copa, si se la acepto.
    
       Yo volviendo a encogerme de hombros, le digo que bueno, por lo que, saliendo de aquel baño, nos vamos ambos hacia la barra, donde después de preguntarme lo que quiero beber, le pide al barman las 2 copas, donde seguimos, más bien seguía él, charlando, ya que yo solo me dedicaba a contestarle sin apenas decir nada. 
    
       Ya nos habíamos presentado, al igual que ya sabía que yo me encontraba solo en la discoteca, como también se había dado cuenta de mi timidez y lo vergonzoso que yo era. Por lo que viendo la poca conversación que yo tenía, y temiendo que se le escapase aquella oportunidad que se le había presentado, me pregunta arrimando su cabeza a mi oído, evitando que nadie pudiera escuchar lo que me decía y por causa del alto ruido que allí había, si tengo sitio.
    
       Le contesto que ...
    ... no, a la vez que movía en señal de negación la cabeza.
    
       En esto va y mira la hora en su reloj de muñeca, viendo que ya pasaban de las 4 de la madrugada, y que, en poco tiempo, la discoteca se empezaría a despejar, quedando bacía, ya que pasaba de la hora de cierre. 
    
       ¿TE apetece venir conmigo? Me dice. 
    
       Como siempre, yo me encojo de hombros a la vez que le digo que bueno.
    
       No me desagradaba, y aunque no es que fuese un adonis ni me volviera loco, con la calentura que tenía encima, el colocón que ya empezaba a notar, estando cada vez más desinhibido, estaba dispuesto a irme con él a follar. No sabía si el tenía sitio a donde ir, pero ya todo me empezaba a dar igual, iría con él a ver a donde me llevaría para follar.
    
       Cuando salimos de la discoteca, me dijo que él tampoco tenía sitio, pero que sabía de un lugar a donde podríamos ir. 
    
       Empezamos a andar rumbo a la plaza de María Pita, saliendo por Puerta Real, cruzando hacia la dársena. Al principio creí que iríamos a coger el vehículo, que él tendría, y que lo habría dejado por allí aparcado. 
    
       Pero no, seguíamos andando, viendo que nos dirigíamos hacia los varaderos que había en aquel costado de la dársena, recordándome en esos momentos, la vez que me había dado por el culo el viejo lobo, como le llamaba yo, al caza jovencitos, allí en aquellos varaderos no hacía mucho de eso, que me había dado por el culo, como cuento en el relato titulado: De cancaneo (cruising), en la ciudad.
    
       El al ...
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