1. Espiado mientras me daban por el culo.


    Fecha: 29/08/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... ver que yo dudaba y mis pasos eran más lentos, cogiéndome de la mano, me llevaba pegado a él, tratando de tranquilizarme, diciendo que allí sabía de un buen sitio, donde nadie nos molestaría ni nos verían. 
    
       Yo que ya tenía encima un buen colocón, y la calentura cada vez era mayor, me dejaba llevar como un ternerito al matadero.
    
       Después de llevarme casi hasta el final de aquellos varaderos, arrimándonos a una de las paredes de una de aquellas casetas donde guardaban los pertrechos los carpinteros de Ribeira. Donde también se encontraban apilados un montón de palés, así como varias maderas, y algún que otro bote que estaba en reparación. Allí nos paramos resguardados de posibles vistas por los palés. 
    
       Nada más llegar allí, me abrazó a él, empezando a comerme la boca. Dios, era como un animal salvaje saltando sobre su presa. No dejaba de morder y succionar mis labios, metía su lengua en mi boca, succionaba la mía a la vez que saboreaba y sorbía mi saliva, pegándome cada vez más a la pared. Era como un auténtico ciclón envolviéndome en sus brazos atrayéndome hacia él.
    
       Con una desesperación inusitada, me sacó la cazadora haciendo lo mismo con la camiseta que llevaba puesta, echando ambas prendas sobre una pila de palés y siguiendo, abrazándome a él, mientras no paraba de besarme y meterme mano.
    
    Dios, no me daba tregua, ya me tenía desnudo de cintura para arriba, con un empalme y calentura cada vez mayor, sin yo poder haberle dicho todavía nada de ...
    ... nada. No me gustaba hacerlo allí, aquello me estresaba temiendo que nos pudiesen ver o ser pillados en plena faena. Si llegase esa noticia a mi casa, de que fui detenido siendo pillado manteniendo relaciones homosexuales en plena vía pública, el mundo se me caería a los pies. Dios, no sería capaz de volver a casa, ni de mirar a la cara a mi familia.
    
       Pero a pesar de la vergüenza y el estrés que aquello me producía, la calentura del momento era más fuerte, dejándome llevar por la lascivia y excitación que en aquellos momentos sentía.
    
       Después de un buen rato donde no paró de meterme mano, besarme, morder y succionar los labios dejándolos enrojecidos e hinchados, empezó a aflojarme el cinturón al igual que le iba haciendo yo, intentando sacar su polla de la cárcel donde estaba recluida. Notaba su excitación, y lo dura que se le notaba la polla, estaba deseando tenerla entre mis manos y acariciarla. 
    
    Mientras tanto él, ya me había aflojado el cinturón, estando ya terminando de desabotonarme el pantalón tejano que llevaba puesto. Una vez lo hubo desabotonado, tiró de él para abajo, dejándolo caer sobre mis tobillos, haciendo luego lo mismo con el slip.
    
       Ya me tenía desnudo frente a él, con el pantalón y slip sobre los tobillos, la polla tiesa, enrojecida e hinchada, y una calentura desesperante. 
       Agarró mi polla con sus manos, empezando a descapullarla mientras me acariciaba los genitales, mientras yo terminaba de sacarle su verga.
    
       Dios, que sensación al ...
«1234...10»