Todo por la cuarentena 2 - Relatos Eróticos

Todo por la cuarentena 2

Cuando la señora Elizabeth se dio cuenta luego de lo que me había dicho sin pensar y todo se debía a como se sentía ella por estos días  de cuarentena ahora cada vez con más ansiedad y stress sobretodo con la necesidad de estar en su casa y con su esposo  .                                 

-! Disculpame Pepé soy una tonta  por decirte eso olvidate de lo que dije por favor...ahora mientras te bañas te sirvo tu cena.. ¡¡

Estaba bajo la regadera y caía el agua fría en mi cuerpo y aún así no podía bajar la erección de mi pene y ahora menos de saber de su propia boca de mi suegra que también estaba al igual que yo muy excitada por la falta de sexo, 
ya me iba a masturbar pensando en sus grandes nalgas y buenas tetas cuando se me metió en la cabeza la idea de arriesgarme e ir con todo aprovechar el momento. 

Así que salí de la ducha solo con la toalla puesta poniendo como pretexto que había olvidado llevar ropa para ponerme como siempre lo hacía y así fui a la cocina y me senté listo para que me atienda,  y cuando volteó  me quedó viendo unos segundos lo suficiente para darme cuenta en su mirada que ya estaba muy caliente ella, antes que me pudiera decir algo yo lo hice  . 

-! Suegra olvido llevarne ropa para luego ponerme pero así estoy bien no se preocupe que tengo mucha hambre.. ¡

La señora Elizabeth volvió a ver lo que estaba haciendo en la olla mi ojos la devoraban con la mirada y estaba con la verga dura ya tenía varios dias sin tocar a mi mujer y no aguanté ...

... más y me levanté fui y como quién veía que estaba ella preparando en la olla me coloqué detrás de ella casi tocándola. 

- ¿Y dígame que cosa rica me está preparando suegrita..uyy qué está que huele muy rico..? 

Ella se sorprendió al oír mi voz tan cerca a ella que retrocedió solo un pocos y fue suficiente para sentir mi erección en sus nalgas no dijo nada seguía como si nada en lo suyo moviendo el cucharón en la olla eso me dio más confianza de continuar y me pegué más, ella en su nerviosismo movía más rápido el cucharón dentro de la olla y yo hacía lo mismo  la frotación era más intensa de mi verga dura en sus riquísimas nalgas y fueron  unos segundos donde ella ahora sentía lo que muchas veces vio que le hacía a su hija Claudia pero luego recobró la cordura . 

-! Noo.. Pepé por favor ya no sigas esto no está bien y recuerda que soy la madre de tu esposa.. ¡¡

-! Lo sé Elizabeth pero como tú lo dijiste antes estoy muy caliente y ahora te entiendo estamos igual que ya no pude aguantar verte así tan bella, no es culpa nuestra que tu marido esté tan lejos y yo solo también estos días sin mujer.. ¡

Ahora la tenia rodeada con mis brazos no la dejaba salir y seguía con los moviendos sobre su culo podía sen su respiración agitada y como cerraba los ojos y empecé a besarte su cuello pero aún había en ella una lucha interna fuerte entre la calentura de mujer y el no tradicionar de la confianza de su hija Claudia  que la había dejado al cuidado de su esposo. 

-! Nooo.. ...