Mujer madura del trabajo
Fecha: 15/12/2017,
Categorías:
Microrelatos,
Autor: Javig27, Fuente: CuentoRelatos
Para que entiendas el contexto de lo que estoy a punto de contarte, trabajo en el área de la salud, lo sucedido a continuación sucedió con una de las enfermeras que trabajan en el mismo lugar que yo, yo tengo 27 años y ella casada, 9 años mayor que yo tiene 36, desde que la vi me llamo mucho la atención porque a pesar de la edad que tiene, atravesar por dos embarazos está muy bien conservada debido a que practica ejercicio, chaparrita de 1.50m, 47kg, unas nalgas no tan grandes pero paraditas y unos senos de tamaño mediano.
Siempre que tenemos oportunidad cuando el trabajo está bajo nos quedamos platicando generalmente en el área de ella, poco a poco nos fuimos ganando confianza al punto de contarnos historias de romances y aventuras pasadas, también recurrentemente me decía que no estaba feliz sexualmente hablando con su esposo ya que últimamente no la satisfacía como antes, y entre bromas decía que necesitaba a uno que le haga el favor.
Sin entrar en detalles y con una evidente tensión entre los dos un día nos encontrábamos encerrados platicando, se acercaba la hora de salida y no había mucho por hacer, de repente alguien toco la puerta y como era su área de trabajo ella se levantó a ver quién era, resulta que era un paciente que tenía una duda sobre unos trámites, la duda fue sencilla por lo que el paciente se fue rápido, al retirarse ella cerró la puerta y note que le colocó seguro, se acercó hacia y mi y como yo me encontraba sentado me abrazo de frente, de tal ...
... forma que su escote quedo literalmente a la altura de mi cara, yo me puse algo nervioso pero quería aprovechar la situación, le dije mientras yo también le abrazaba:
-Y este abrazo?
-Nada más, estoy feliz porque ya se terminó el estrés del trabajo, porque te molesta? -Me contestó
-Para nada, de hecho creo que me gusta abrazarte.
-No quieres nada más? -me dijo al momento que me soltó y quedo parada frente a mí, luego tomo mi mano derecha y la puso sobre sus senos.
Yo no le conteste y comencé a masajearlos con ambas manos, como ella llevaba filipina del uniforme fui bajando lentamente el cierre esperando su reacción, al notar que me lo estaba permitiendo le abrí la ropa completamente y la jale hacia mí para que se siente en mis piernas, ambos nos encontrábamos muy excitados, empecé a besar su cuello de manera intensa, recuerdo que el olor que tenía era muy agradable, nos empezamos a besar cada vez con más intensidad, nuestras lenguas se encontraron y empezaron a bailar cada una en la boca del otro, mientras mis manos apretaban sus nalgas y recorrían la piel de su espalda, yo pude notar como la respiración de ella aumentaba y daba pequeños y deliciosos gemidos cada vez que mi boca pasaba por su cuello, mi excitación era enorme, sabía que era peligroso lo que estábamos haciendo por que no encontrábamos en nuestra área de trabajo pero en ese momento no me importó, le baje los dos tirantes del brasier y saque sus senos para deleitarme con ellos, para este momento sus ...