1. Mis inicios como tranny IV, Un fin de semana llena de leche


    Fecha: 10/09/2020, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: WendyTrans, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    Luego de que mi primo descargó su leche dentro de mi culo en posición de misionero, nos quedamos abrazados y besándonos por un rato hasta que él sacó su pene de mi y con él se salió parte de su semen. Yo cerré las piernas para evitar que más leche saliera de mi ano, "voy al baño un momento" me dijo Miguel, "no tardo princesa", a lo que le respondí sólo asinténdo con la cabeza pues la verdad estaba súper mareada del tremendo palo que nos habíamos echado. Mientras él estaba en el sanitario, pasé mis manos por mis nalgas y mi culito. "Dios, que rico es tener sexo" pensé para mis adentros, "nunca pensé que sería tan bello y delicioso hacer el amor y practicar el sexo oral con un hombre" seguía pensando cuando detuve mis pensamientos al ver a Miguel regresar a la cama y sobretodo al ver que traía el pene erecto. "Sabes Wendy, no puedo evitar tenerlo parado al estar cerca de tí, me encantas" me dijo al tiempo que se acostaba junto a mi y me empezó a besar, para luego acomodarme de cucharita y volvió a introducir su enorme miembro en mi culito, el cuál como todavía estaba mojado por su semen, se deslizó como cuchillo caliente en mantequilla.
    
    "Primo, te amo, que gran amante eres, me encanta tenerte dentro de mí" le decía a Miguel mientras él me daba unas arremetidas tremendas y deliciosas en el ano, dándome un rico masaje prostático, a la vez que me acariciaba mis pezones, lo que me ponía más caliente todavía. Lo más sorprendente de todo era que Miguel era tan joven y tan lleno ...
    ... de vitalidad sexual que me dejaba atónita, pues sabía, por pláticas con mi amiga Cinthya y por las clases de sexualidad, que un hombre luego de eyacular debe dejar pasar un buen rato (entre 10 o 15 minutos) para volver a alcanzar una buena erección, pero en el caso de mi primo, luego de que eyaculó dentro de mí no dejó pasar ni cinco minutos cuando volvió a metérmela y la verdad es que estaba igual de tiesa y dura que al principio.
    
    "Ahora vamos a cambiar de posición Wendy" me dijo Miguel jadeando, "¿Qué posición quieres ahora amor?" le pregunté y con voz tierna me respondió "de perrito". Me puse en cuatro, él se acomodó enmedio de mi y sin quitarme las pantimedias blancas, ensartó su enorme vara del amor dentro de mi cuevita, que estaba muy dilatada, el esfinter adormecido de placer y mi próstata lista para recibir más masaje. Era tan deliciosa la sensación que luego de unos minutos y sin siquiera tocar mi pene y sin siquiera tener una leve erección, empecé a sentir las sensaciones del orgasmo y eyaculé sobre lel calzón de mis pantimedias, mientras gritaba de placer "Dios primo, no sé qué me pasa, estoy viniéndome, me vengo papí" le decía a Miguel, quien por toda respuesta comenzó a darme por atrás con mayor fuerza lo que hizo que tuviera un orgasmo de campeonato, déjandome mareada a más no poder y devolviéndo sus empujes con mi cintura moviéndola hacia atrás y hacia adelante, tratando de seguir el ritmo de las arremetidas de mi primo. "Acabas de tener un orgasmo prostático ...
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