SALVAJEMENTE GUAPO
Fecha: 16/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
La empresa en la que trabajo tiene presencia en prácticamente todo el mundo. El corporativo es muy grande y uno difícilmente conoce a todos sus compañeros; sin embargo, hay uno que sin duda todos conocen. Su nombre es Erick. Es alto, mide 1.83 m, piel blanca, ojos verdes, cabello castaño. Sus facciones son muy masculinas y su voz es muy grave y profunda. Es atlético, tiene una espalda ancha y brazos fuertes. Cuando se quita el saco de su traje, deja ver lo marcada de su espalda y unas nalgas bastante trabajadas. Por si fuera poco, es carismático y muy sociable. Yo soy de estatura mediana (1.77 m), blanco de cabello negro y cuerpo atlético. Me identifico como hombre gay, mayoritariamente activo. Cada año la empresa organiza un viaje de convención para sus empleados, donde todos los vendedores y gerentes disfrutan por una semana en algún punto turístico a manera de integración y festejo. En el avión de ida a Playa del Carmen, México, me tocó sentarme junto a Erick. El vuelo duró aproximadamente dos horas, mismas que Erick y yo estuvimos platicando, con risas, anécdotas y cuestiones de trabajo (él no se encuentra en mi área pero al final se trata de la misma compañía). Al aterrizar cada quien caminó por su cuenta con el resto del grupo y nos dejamos de ver en lo que quedó el día. Al hacer el check-in en el hotel donde todos los de la empresa nos hospedamos, me enteré que compartiríamos habitación, y casualmente me tocó compartir con Erick. En el instante que me dijeron eso en el ...
... mostrador sentí mariposas en mi estómago, cosa que se me hizo rara porque yo no suelo enamorarme de hombres heterosexuales. Llegué a la habitación, dejé mis cosas y busqué a mis compañeros con los que trabajo en la misma área y estuve con ellos por el resto del día. En la noche hubo una cena de bienvenida por parte de la empresa y sirvieron alcohol. Yo no tomé más que un par de tragos y me fui a dormir. En la madrugada, escuché que la puerta se abrió y comencé a despertarme por el ruido que Erick hacía al entrar. En ese momento se quitó la ropa, levantó las sábanas de mi cama, me movió a un lado y se acostó junto a mí. Me dijo un par de cosas que no entendí porque estaba bastante ebrio a lo que yo le respondí que se fuera a su cama. Lo empuje dos veces y le repetí que se fuera a su cama. Me hizo caso, se levantó, se acostó en su cama y se quedó perdidamente dormido. Yo me encontraba algo confundido, se había equivocado de cama en su borrachera? o existía la remota posibilidad de que Erick estuviera intentando hacer algo conmigo? Al día siguiente, me desperté, me metí a bañar, me arreglé y fui a las actividades de la convención con mis compañeros de trabajo. Me preguntaron que si Erick había llegado muy tarde a dormir, porque lo habían visto hasta muy tarde en el antro del hotel. A lo que respondí que sí y que me dijo un par de cosas borracho, pero omití el detalle de que se metió en mi cama. Durante el día me lo encontré y con un tono de burla le pregunté si recordaba lo que ...