1. MI CUÑADA LALITA 1: Desvirgada en la camioneta, en medio de una tormenta a media calle


    Fecha: 22/09/2020, Categorías: Primera Vez Tus Relatos Autor: Jagu, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Esto sucedió hace un par de años, mi nombre es Arturo soy maestro universitario y les contare la historia de cómo desvirgue a mi cuñadita a mitad de una tormenta y a media calle dentro de mi camioneta para después convertirse en mi amante ocasional.
    
    Soy maestro universitario y he tenido una que otra aventura esporádica con mis alumnas, pero definitivamente esto es lo más excitante que me ha pasado. Mi cuñadita se llama Laura, pero de cariño en la familia le dicen Lala, ella es una delicia, 1.60, delgada, de piel morena clara, cabello negro lacio casi hasta la cintura que sirve de marco para una carita de ángel, un par de suculentas piernas, que sirven de prologo para un trasero bien formado pequeño pero firme, con una estrecha cintura, y unos senos pequeños pero muy bien proporcionados con su cuerpo, trae vuelto loco a todo puberto de su salón de clases, la colonia donde vive y a la casa de la cultura donde toma clases de violín.  
    
    Todo empezó con mi suegro y el futbol (tengo tres años casado), ya que el me invito al estadio porque mi equipo y el suyo jugarían semifinales y consiguió boletos, a mi mujer entonces se le ocurrió que pasáramos unos días en casa de mis suegros que viven en una ciudad ubicada a unas tres horas de distancia de la ciudad donde vivimos, lo cual me pareció una buena idea ya que por raro que se oiga me llevo muy bien con mis suegros, y sería buena oportunidad para ir al futbol.
    
    Dos días después de que llegamos resulto que mi cuñadita asistiría ...
    ... a la fiesta de quince años de una amiga de la escuela, el día transcurrió normal hasta la hora de arreglarse, mi suegra y mi esposa corrían y hablaban emocionadas como si Laura fuera la quinceañera y no una invitada, en fin con más desgano que otra cosa me fui a asomar a ver por qué tanto alboroto, mi sorpresa fue grande cuando la vi, la pequeña Lala, la bebe, la princesita, la chiquita de la familia lucia simplemente HERMOSA, lo primero que pensé: ¡Qué suerte del cabrón que se la va a levantar! Ella vestida con una falda corta un poco amplia color café y una blusa y un saco beige, en fin, una muñequita.  A mí me costaba trabajo dejar de mirarla, pero tuve que apartarme para evitar problemas. Llego un auto para recogerla, resulto que iría con algunas amigas, pero que mi suegro la recogería al regresar de la casa de su hermano.
    
    Siendo las 12:00 de la noche la cuñada de mi suegro llamo a la casa diciendo que los hermanitos se habían pasado de copas y que ninguno estaba en condiciones de manejar y para evitar accidentes hasta las llaves de los coches les había escondido por lo que mi suegro se quedaría a dormir en casa de su hermano, surgió entonces en calidad de tragedia la interrogante de: ¿Quién recogería a la pequeña Lala? Inmediatamente me ofrecí a recogerla (y vaya que por mi mente pasaba la idea de recogérmela), mi suegra y mi mujer que se encontraban viendo por decimoctava ocasión una película exageradamente cursi, llamada “la propuesta” celebraron no solo el hecho de ...
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