a la vejez...¡verga¡ - Relatos Eróticos

a la vejez...¡verga¡

Te cuento. Soy un hombre sesentón que durante muchos años tuvo que esconder su tendencia a vestir ropa de mujer y a tener satisfacciones por el ano. De chamaco vivía con mis abuelos y en esa casa cualquier enfermedad estomacal se curaba con una lavativa. Te ponían la canilla en el culo y a continuación te dejaban ir algunos litros de agua caliente y qué crees, a mi me gustaba. Entonces empecé a buscar la canilla en el baño y a encerrarme en un closet ponerme una pantaleta de mi mama y clavarme aquella punta que me sabía deliciosa. Con el transcurso del tiempo, en mi época, había que esconder cualquier desviación de este tipo. Y básicamente lo hice aunque en la intimidad lo seguía haciendo por mi mismo. Aun cuando ya estaba casado y con hijos. Hubieron algunas tentativas  para tener sexo con otros hombres pero por mi timidez y el deseo de ocultar todo las hicieron fallidas. Me seguía poniendo las pantaletas de mi mujer, me clavaba un didlo y me pajeaba de lo lindo. Te cuento, ahora jubilado y a cargo de una casa de pariente fallecido mientras se resuelve el complicado trámite del testamento yo me encargo del mantenimiento que incluye arreglar el jardín.  Un bendito día fui a cortar y barrer el jardín, me gusta trabajar al aire libre sin calzones, me excita y me hace sentir libre pues además vivo en una ciudad en México que la llaman la de la eterna primavera y el  sol en mis nalgas y en mis huevos y verga me excita. Además es un jardín cerrado. En esas estaba y ya me estaba ...

... sobando las nalgas y dedeando el culo que tanto me gusta y me doy unas cuantas nalgadas que me hacen sentir mejor y por supuesto meneando el culo a todo vapor, o sea,  tomando vuelo. De repente oí ruido en la acera de enfrente, debo decir que se trata de una colonia residencial sumamente tranquila, poca gente circulando. Me asomé y vi en la acera un par de buenos mocetones que estaban arreglando algo sobre la banqueta. Dos chacales tipo agricultores venidos a la ciudad y mi lindo culo me mandó una señal, como en clave morse, sentí golpecitos en el mismo y mi deseo se fue acrecentando. Me acordé de haber oído una vez que algunos gays que se ubican fuera de los cuarteles en la madrugada para esperar a los soldados que cambian de turno y si salen quiere decir que son solteros y los esperan medio escondido entre los arboles y les salen con los calzones en la mano y el culo al aire ofreciendoselo y algunos lo toman gustosos. Imagínate que mejor chacal que un soldadito recién salido del encuartelamiento de solo dios sabe de cuantos días, con el tanque lleno por la abstinencia. Y  me dije ¿por qué no ? Traía una camiseta que me cubría como faldita hasta un poco más abajo del culo y como no queriendo me salí escoba en mano a barrer la banqueta de mi lado, ellos me vieron y saludaron muy corteses y yo por supuesto devolví el saludo acompañado de una sonrrisita coquetona y seguí mi labor. Al poco rato me di la vuelta para entrar en la casa y qué crees, se me cayó la bolsa que llevaba con ...