mi madre Ana y un fetiche especial - Relatos Eróticos

mi madre Ana y un fetiche especial

... la idea de tener sexo con Anita.
Deseaba ese culo cada día mas.
Pero...
Hará cosa de seis meses la cosa cambió para bien
Le había preguntado por qué no rehacia su vida. Era todavía joven y hermosa, no le faltarían pretendientes.
No me interesa me dijo.
Fui mujer de un solo hombre y lo seré siempre. En mi vida solo hay un amor ahora y ese sos vos hijo. Solo vos.
Interpreté esas palabras con tono maternal pero no era simplemente eso.
Días después de esa declaración note a mi madre rara. Me miraba raro. Quería decirme algo y se arrepentía. Daba vueltas. Eso fue un viernes. El sábado casi todo el día igual. Rara. Pensativa. Con raras preguntas e insinuaciones no habituales en  ella como preguntarme si tenia novia o de que edad me atraían las mujeres.
En la cena fue mas directa. Tomamos vino y empezó de menor a mayor a hablar de sexo lo que me resultaba estimulante. En un momento preguntó que opinaba sobre las mujeres de su edad, si le parecía atractiva y si creía que debía rehacer su vida. Claro le dije. Debes tener un hombre.
Me confesó que llevaba un año y medio sin sexo.
Yo le dije que llevaba ocho meses sin sexo.
Nos reímos y quedaron las miradas de ambos insinuantes. Se cortó la respiración pero ahí quedó.
Me voy me dijo, me espera mi amiga Lucy. 
A esta hora?
Si. Vengo en dos horas, me pidió que le lleve un vestido para una fiesta que tiene mañana.
Esperame...
Ese esperame quedó picando...
Querrá retomar la conversación?
Querrá tener sexo conmigo?
Si ...

... me propone algo...aceptaré.
Mi mente volaba.
A las doce de la noche Ana volvió.
Yo había ido a ver una película a su pieza, aunque no prestaba atención porque solo imaginaba sexo incestuoso con mi madre.
Si bien me tocaba la pija evité la eyaculación. Pero la tenia parada a mil.
Bebé, dónde de estás?
Acá mamita en tu cama.
Entró y estaba en penumbras. Recién me di cuenta que llevaba puesto el elastizado negro que remarcaba su orto de manera descomunal. Parecía que se le salía el culo afuera.
Se sentó en la cama a mi lado. Tomó el control remoto de mi mano y apagó el televisor.
Me sedujo con la mirada y me insinuó todo con sus ojos.
Yo te dije bebé que mami es mujer de un solo hombre. Vos sos mi hombre.
Punto de partida para un viaje sin regreso. Su declaración abría la puerta a la consumación del incesto.
Te amo mami, le dije.
Estás segura?
Si bebé. Nunca estuve mas segura de algo. Quiero incestar. Quiero sexo con mi único hombre. Mi hijo...
Si ma...
Y ahí empezó lo mejor...
Solo haremos el amor con dos condiciones me dijo.
Seremos amantes exclusivos. Soy tu esclava pero vos sos mi esclavo. Si me engañas con otra se acabó.
Si mami, te amo y te seré fiel. Te amo de siempre y te deseo sexualmente desde los doce años.
Lo sé bebé.
Cuál es la otra condición?
Me dijo: nuestro sexo debe ser desenfrenado, sin limites, sin tabues, bien cochino, lujurioso.
El incesto es lujuria o no es nada me dijo.
Fiesta sexual hijo...
Cogete a mamita...
Se me tiró encima. ...