1. Me cogio el velador de mi negocio


    Fecha: 10/10/2020, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: Gabytrans, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... medio de mis nalgas buscando mi apretado orificio de amor, yo temblaba no sé si de nervios o exitacion al sentirme un tanto sometida por aquel anciano, el viejo poco a poco comenzó a ejercer precion y aquel enorme intruso comenzó abrirse paso atravesó de los delicados pliegues de mi ano, provocándome un dolor casi insoportable, yo chillaba y trataba de quitarme pero el me tenía fuertemente tomada con ambas manos de las caderas, mientras me decía toda clase de improperios, yo me sentía entre humillada y exitada a la vez y solo podía decir, - ya abuelo por favor pero el anciano parecía fuera de si al tiempo que me propinaba severas nalgadas, parecía como si mi llanto lo prendiera más.
    El se tomó todo su tiempo para penetrarme y cuando por fin sentí la áspera mata de bello púbico contra mis nalgas, mis lágrimas rodaban por mis mejillas y se me escapaba los sollozos aunque el dolor ya no era tan intenso, mi esfinter se contraía y relajaba a voluntad propia y poco a poco empecé a sentir placer.
    El me dijo;- ya te la tragaste toda perrita!
    Cómo única respuesta moví torpemente mis caderas hacía delante y hacia tras, poco después el marcaba el ritmo frenético, sin dejar de llamarme pinche putita traga ...
    ... vergas, está vez mis gemidos eran de placer al sentirme sometida por aquel anciano, era un placer asta entonces desconocido para mí, me sentía tan mujer, ese sentimiento de jubiló era indescriptible al mirar como un hombre estaba terriblemente exitado disfrutando de mis nalgas, solo las chicas de mi género me comprenderán.
    Sus testículos chocaban contra mis nalgas, nuestros húmedos sexos producían un sonido exitante, nuestros cuerpos estaban empapados en sudor y el ambiente cargado de erotismo, de pronto sus arremetidas se volvieron más violentas y su cuerpo se tenso, yo trate de levantar más mis nalgas para ofrecerle una mejor penetración al tiempo que comenzó a descargar gruesos chorros de leche al interior de mis intestinos, parecía un adolecente, fue como si nunca fuera a terminar de eyacular.
    Después de varios minutos su pene se comenzó a poner flácido y se salió de mi, en seguida nos sentamos en el sofá yo cruce las piernas muy modosita mientras jugueteaba con su flácido pero enorme pene, al final nos cambiamos y nos despedimos, después de ese día de vez en cuando me quedo asta tarde en la tienda para pasar un rato rico con el abuelo.
    Si les gusto mi historia más adelante les cuento otras. 
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