1. Me quedé con la virginidad de mi nieta


    Fecha: 13/10/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Esteban Quito, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Adrianita es mi nieta, sus quince añitos son un vergel de belleza, de tez mate achocolatada, de nalgas prominentes sobre dos hermosas y rellenitas piernas, aunque todavía no desarrolló un gran tamaño, sus pechos son hermosos, duritos y apuntando sus pezones hacia arriba.
    Todo fue culpa de la tormenta, mi hija y su marido dejaron a Adriana en casa, y ellos se fueron a la chacra a cuidar los animales ya que se venía la tormenta, y suelen ser muy fuertes, con mucha agua, granizo y vientos que tiran todo abajo. Cenamos y nos pusimos a ver televisión, les cuento que yo todavía no llego a los 55 años, hago mucho deporte y me cuido bastante, con lo que mi físico no es para despreciar. 
    También debo decir que soy de raza negra, y desciendo de la tribu Tutsi, el arquetipo físico, es que somos altos, morrudos y la madre naturaleza nos ha dotado de una buena lanza para defendernos ante las mujeres. Cargo mis buenos 24 x 8cms. 
    De repente comienzan los rayos y truenos y Adrianita se sobresalta y viene corriendo hacia mi. La abrazo y la contengo en su miedo con caricias y palabras suaves. En la tele están pasando la película "50 sombras de Grey", de alto contenido erótico. Noto en mi nieta cierta inquietud al mirar la peli. Está algo sonrojada y acalorada. Cuando me percato que sus pezones están totalmente erectos tironeando de su remera. Me sonreí, pero comencé a excitarme, mi palo comenzó a tomar forma y a endurecerse. Ella lo sintió en su espalda, pero no se movió para nada. Yo ...
    ... aproveché para acariciarla lentamente en el cuello, en la espalda, en sus hombros y ella solo se sonreía, mi verga cada vez más dura y notoria. De repente ella dándose vuelta me dice, abuelo se te está parando la pija? Yo no supe qué contestar, solamente la miré y vi esos ojazos profundos, y llevado por un arrebato tomé su boca con la mía en un beso húmedo, ella no lo rechazó, es más, subiéndose a caballito de mis piernas, me aprieta sus pechos en el mío y me besa descaradamente. Me apodero de sus pechos, masajeándolos, apretando sus pezones, ella gime y busca más contacto con mi palo. Se separa de mi, y se arrodilla entre mis piernas, desata el cordón de mi jogging y bajando mi slip se apodera de mi falo, que ya tiene líquido seminal en el ojito de la cabeza. Ella lo toma por el tronco, lo mira, lo aprieta, lo menea, y me dice, abuelo, que verga grande, y sin más me toma en su boca de labios gruesos, se mete toda la cabeza y comienza una tremenda mamada que rápidamente me lleva al borde de vaciar mi semen en su lengua. Ella a aprendido a mamársela a su novio, me reconoce que el no la tiene ni la mitad de gorda ni larga. Sigue con la tremenda chupada, yo me apodero por sobre sus hombros de sus nalgas, gorditas, rellenas, plenas, duras. Busco debajo de su falda el borde de su bombacha y corriéndola hacia un costado, busco con mis dedos su vagina, esta muy mojada, sus jugos chorrean por sus piernas, introduzco mi dedo mayor y me topo con su himen, todavía es virgen. Con los dedos ...
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