Me quedé con la virginidad de mi nieta
Fecha: 13/10/2020,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Esteban Quito, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... bien untados de sus mieles, busco el agujero de su ano, este es chiquito, elástico, ya que al intentar meter un dedo este entró en su totalidad, ella no emitió ningún sonido, es más echando su culo hacia atrás se terminó de penetrar sola, puse dos dedos y también se los tragó. Eso me puso muy caliente, tanto que le llené la boca con cinco chorros de simiente, los que ella tragó sin pestañear, y con dos dedos en el culo y frotándole la conchita con los otros dos dedos la llevé a un climax que la dejó temblando, mi pija seguía todavía semi dura, ella no la largaba, seguía chupa que te chupa. Pasado el momento máximo nos aflojamos e interrumpimos el acto, ella estaba totalmente acalorada, yo tenía más ganas que antes de cogerla. Y así se lo hice saber, le pedí que me dejara desvirgarla, a lo que ella medio reticente me contesta que mi pija es muy grande y que le va a doler mucho, a lo que le propuse untarle mucho líquido lubricante y que si le dolía mucho se la sacaría. Ella no lo pensó mucho,. se notaba que quería seguir la guerra, se desnudó ahí mismo en el living ofreciéndome la vista de ese escultural cuerpo de jovencita de quince en pleno florecimiento, yo no me hice rogar y también me desnudé, dejando a la vista mi buen cuerpo y la verga al aire libre, lo que hizo que mi nieta abriera bien los ojos, se volvió a adueñar de mi poronga y comenzó nuevamente con la chupetina, cada vez se la metía mas adentro, casi le llegaba hasta la garganta, mi palo respondía poniéndose ...
... cada vez más grueso, las venas sobresalían del lomo, la cabezota estaba roja y brillosa, la senté en el borde del sofá y le di una tremenda chupada de concha que la dejó al borde de un nuevo orgasmo, puse sus piernas sobre mis hombros, tomé mi badajo por el tronco, enfilando la cabeza hacia su tierna vagina, la froté varias veces y la pinchaba entre sus pliegues, tomé el frasco de lubricante y le dejé caer una buena porción de gel entre su hermosos labios vaginales, y sin más preámbulos, enfilé mi verga a su preciado y virginal túnel. Comencé a penetrarla y ella a respirar fuerte, llegué hasta su himen y no lo perdoné, con un corto golpe de cintura lo destruí e invadí su cavidad con todo mi badajo, ella pegó un gritito y me arañó toda la espalda, yo topé el fondo de su cavidad y me quedé quietito para que su caliente vagina se adaptara al tamaño del invasor, sus paredes vaginales parecían un volcán, muy calientes y pulsantes, prontamente se notó que ya no le dolía tanto, y yo comencé con mi vaivén, le sacaba unos 15 cms de verga y la volvía a penetrar hasta empujar sus ovarios hacia su estómago, prontamente se unió al ritmo y ella misma subía su cadera al encuentro del intruso, estuvimos así por unos diez minutos y le sobrevino el primero de los tres orgasmos seguidos que tuvo, yo tenía la verga que reventaba pero al no tener condón puesto sabía que no podía llenar su conchita de semen, con lo que luego del tercer orgasmo, sin pedirle permiso, retiré mi badajo de su caliente ...