1. Me cogieron en el estacionamiento.


    Fecha: 19/12/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Caminaba aceleradamente, mis tacones sonaban con eco en el solitario estacionamiento, eran casi las doce de la noche, llevaba en la mano solo una flor, que me había regalado mi actual novio, era el muchacho que fungía como mensajero en la empresa donde laboro, y aunque no sabía que le era Infiel con mi Jefe, el Director de la empresa; manteníamos un noviazgo a escondidas.
    
    Vestía una minifalda blanca de elastina extremadamente corta, y muy ceñida a mi cuerpo muy bien torneado, como generalmente acostumbro andar por los pasillos, sin medias y con las piernas blancas y muy curvilíneas desnudas al aire, así, exhibidas como me gusta andar, y perfectamente bien depiladas; la faldita me llegaba casi por debajo de las nalgas, lo cual lo hacía a propósito para complacer a mi jefe de oficina; sabía que al contonearme la faldita se me iba subiendo y a mis jefes los dejaba ver mis nalgas desnudas a penas cubiertas por un bikini tipo francés, o una tanga de encajitos; pero siempre muy femenina; a veces usaba medias con ligas muy anchas de estilo francés y me ponía ligueros, que podían asomarse, cuando cruzaba las piernas con exuberante sensualidad, delante de ellos; haciéndome la desentendida, la ingenua, y poniendo carita de nena tontita.
    
    En esta ocasión; debajo llevaba una tanga color roja, de hilo dental, con muchos adornos al frente en forma de florecitas, mi conchita completamente depilada, solo con una sutil rayita en medio, y arriba solo una blusita color blanca, y muy ...
    ... delgada, y como hacía mucho calor, decidí por la mañana no llevar brasiere ese día a la oficina, mi traspiración hacia que se me distinguieran los pezones con claridad; yo sabía que tenía que llegar rápido a mi automóvil, pues ya era tarde y el guardia de seguridad iba a cerrar el estacionamiento;
    
    Por ser tan floja y desordenada tuve que quedarme hasta tarde a terminar un reporte del personal que al día siguiente mi jefe me pediría.
    
    De pronto, casi al llegar a mi carro; de una camioneta grandota color negro, se bajaron cuatro tipos encapuchados, y vestidos todos de overoles de mezclilla, preguntándome por sorpresa,
    
    -¿Adónde vas rubiecita?,
    
    Yo no supe que contestarles, de inmediato mis piernas comenzaron a temblar, pero rápidamente mi panocha se empezó a mojar como augurando lo que me harían esos maleantes.
    
    El estacionamiento estaba casi a oscuras, y ya casi no había más carros estacionados, mi carro era muy pequeñito y aún estaba lejos de él; por un momento pensé en gritar pero me di cuenta que sería inútil, cuando vi que uno de los maleantes llevaba el tolete del guardia de seguridad, y lo movía lentamente de un lado a otro.
    
    - ¡él era uno de ellos! pensé
    
    -¿Adónde vas tan rápido princesa?, tenemos tiempo viéndote como te contoneas por los pasillos, todos somos empleados de tu oficina.
    
    -¿crees que no sabemos cómo te han ascendido tan rápido en la oficina?
    
    -Pero es que no se….
    
    Y de inmediato uno de ellos me dio un golpe en una mejilla, gritándome ...
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