A las ordenes de mí mujer
Fecha: 19/12/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Que tal, bueno quiero contarles las experiencias que suelo tener cada vez más a menudo. Les diré en primer lugar, que soy un varón de 32 años y estoy casado con una mujer de la que diría que no es fea, sino de esas mujeres deseables, apetecibles, aunque no llegan, cuando te fijas bien, a ser lo que se dice una modelo. Es decir, no es perfecta pero está muy "buena". También les dire que no tenemos hijos.
Aparte de su aspecto físico, tiene un carácter tremendo, casi masculino. Tengo que darles un dato, y es que ella es la que trabaja;yo no lo hago y me dedico a las "tareas del hogar", es decir, estoy "parao". En esta situación llevo los cinco años de matrimonio, aunque realizo algunos trabajos de pasante en un bufete de Notario. Ella, mi mujer, con el paso del tiempo se ha ido acostumbrando a plantear las cosas en forma de órdenes. A imponérmelo todo porque sí. La verdad es que me encuentro cómodo cumpliendo sus "mandatos" que, a medida que pasa el tiempo, son cada vez más groseros y despectivos, aunque no siempre, pues también tiene momentos de dulzura y cariño hacia mí. Probablemente ese comportamiento generalizado venga determinado, primero, por su situación preponderante, y segundo porque sexualmente ella es la que domina. Yo me dejo haces, es decir, cumplo lo que me dice. Voy a ponerles un ejemplo desde este punto de vista sexual y así sabrán como es la relación que mantenemos, aunque no sé como comenzar, ni tampoco como calificar este relato cuando quiera ...
... catalogarlo al presentarlo a esa página web.
Yo, no sé si porque desde los 14 años he tratado con muchas mujeres, debido al trabajo que tenía o porqué, pero lo cierto es que tengo que admitir que soy, en la actualidad, un hombre debil mentalmente para algunas cosas, y ésta del sexo es una de ellas;como decía, estoy alcanzando un punto en el que cada vez más pienso en hombres. Pienso en ellos pero no en su personalidad;es decir no me gustaría conocelerlos personalmente, las imágenes que tengo son de sus pollas;grandes pollas con grandes capullos que me introduzco en la boca y lamo con suavidad, tranquilidad y deleite;con tiempo. Así, voy pasando de uno a otro(no les veo la cara, no los conozco)cuerpo;unos más morenos, belludos y otros más cetrinos llegando a rubios con inmensas pollas gruesas y blancas que terminan en un rosado glande.
En fin, estas visiones las tengo cuando estoy caliente, en casa, sólo y llegado un momento tengo que masturbarme para quedarme satisfecho. Lo que pasa después, en mi análisis, es que compruebo que no me arrepiento, que me atrae la idea.
Llegé a un momento tal en que un día, de verano, estando con Esther en la cama, a esa hora que llaman de la "siesta", noto como ella se coloca detrás de mí y comienza a empujarme y a susurrarme que si me gustaba como entrataba y salía su polla. En un primer momento, estrañado me volví y le dije que qué estaba haciendo, que qué pretendía. Ella contestó que me callara(pero esta vez no era una orden, sino más bien ...