1. Sexo entre Machos


    Fecha: 20/12/2017, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... asombro al ver que el culito de Gregory Garay se estaba cerrando fuertemente como si fueran espasmos involuntarios del muchacho, entonces caí en cuenta que el también estaba acabando dentro de la vagina de Muriel y con cada descarga de su semen, contraía su ano con fuerza impresionante, entonces pensé como sería tener mi verga dentro de este culo y sentir que se cerraba alrededor de mi tronco?
    
    Para mi felicidad no tuve que esperar para averiguarlo puesto que la francesa se levantó de la cama y fue a darse una ducha, así que nos quedamos los cuatro hombres solos, desnudos, con nuestros penes tiesos y los más claros deseos de seguir culpando entre nosotros.
    
    Gregory abrazó una almohada debajo de su pecho y paró su formidable culo seduciéndome y yo que ya no aguantaba más el estado de lujuria en el que me encontraba me le encaramé encima, coloqué mi duro falo entre aquellas suaves y pronunciadas nalgas como melones gigantes y vi como lentamente desaparecía entre ellas para luego sentir que mi glande tocaba su virginal culito y comenzaba a presionarlo con mis embestidas hasta que logré ingresar en este huequito caliente y delicioso.
    
    Gregory Garay gemía muerto de gusto y me pedía que siga metiendo el resto de mi pene en su interior, yo trataba de hacerlo pero su anillo de carne era tan apretado que no me lo permitía, entonces deslicé mis manos por debajo del pecho del muchacho hasta que llegué a sus pezones y comencé a pellizcarlos suavemente sintiendo como se endurecían ...
    ... entre las yemas de mis dedos. Al sentir esto, Gregory no pudo evitar parar mucho más su culo completamente excitado y enloquecido y yo aproveché para darle una estocada con mi cincel de carne dura y sentí como lograba vencer la fuerza del apretado aro y llegar hasta el fondo de sus entrañas. Gregory gritaba como poseído y Nicolás le puso su huevo en la boca para que se calle así que el chico se dedicó a mamar la morcilla guayaco-italiana del guapo tenista mientras yo me lo cabalgaba a pelo. Entre y salí de aquel culo divino cuantas veces quise y me di gusto culiandomelo hasta que sentí que el muchacho sin poder resistirse más comenzaba a eyacular sobre el colchón al tiempo que cerraba su esfínter alrededor de mi tronco carnudo causándome un placer que jamás he sentido en toda mi vida. Esta presión consiguió que yo también eyacule dentro del huequito virgen del morenito precioso y como el continuaba abriendo y cerrando su anillo con una precisión increíble, logró causarme un efecto de ordeñamiento y vació todos mis fluidos dentro de el hasta que mis testículos quedaron completamente secos.
    
    Luego de esta culpada todos quedamos sobre la cama retozando hasta que nos dormimos.
    
    A mi retorno a Buenos Aires, jamás volví ha tener sexo con otros hombres sino que volví a mi vida normal acostándome con chicas diferentes pero no logro olvidarme la experiencia vivida en Guayaquil y quiero regresar para verme con Nico, Eduardo y Gregory y culparnos como locos durante horas, o quizás ...
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