La ayuda - Relatos Eróticos

La ayuda

Fué en una tarde de lunes cuándo decidí visitar a mi vecino; un amigo de toda la vida, a quien iba a convidarle un cigarrillo.
Golpeé la puerta, ambos nos saludamos y me invitó a pasar. Pasó la hora y me dijo que debía irse a trabajar, pero que podía quedarme un rato más si quería; me explicó que su madre estaba en su casa y que por eso...no había drama en que me quedara.
¿Que podría hacer yo en su casa y a solas con su madre?. De igual forma acepté su oferta; luego se despidió y fué a su trabajo.

Yo todo asustado, nervioso y ansioso, mientras Cristina su madre, paseaba por la cocina para luego ir al lavadero; estaba lavando la ropa, con un vestido largo y floreado de color negro, que se apreciaba con claridad el rebotar de sus nalgas, tampoco me olvido como intentaban escapar sus enormes tetas por el escote...40 años tiene...20 años tengo.
Pasaron los minutos, seguía paseando por la casa, mientras que la veía caminar empecé a fantasear que mi pene exitado lentamente tocaba sus nalgas gordas que se escondían tras el vestido negro. A ese paso, mi pene se erectó y comencé a excitarme mucho. luego me di cuenta que estaba mirando como trataba de disimular la exitacion.
Al rato me llamó desde el lavadero diciendo que su lavarropas parecía averiado. Entonces fuí para allá y solucioné el problema, era sencillo. Cristina me agradeció, halagando sutilmente el logro, para luego agacharse rápidamente a recojer la ropa. Ese momento fué desencadenante de pura exitación y mi pene ...

... comenzó a erectarse, tan lento que la subí hacía mi ombligo.
Ella percibió que yo estaba a unos pocos centímetros de ella, comenzó a irse lentamente hacía atrás, moviendo su gran culo maduro para calmar su hambre de soltería; mientras yo me hecho un poco hacía adelante para intentar complacer mi fantasía.
Eso fué como el Big Bang; ese momento en el que mi verga choco contra sus nalgas y ella sintió que tan parada estaba, a lo que comenzó a deslizar su culo sobre mi pene, tan lento que de seguro podría sentir el cierre de mis Jeans mientras yo veía el subir de su vestido, hasta que comenzó a asemejarse a una minifalda de colegiala. 
Se elevó su respiración, comenzó a excitarse cada vez más que hasta estiró su mano hacía mi bulto para frotarlo de forma brusca; de arriba a abajo, abriendo moderadamente el cierre después de desabrochar el botón.
Estiré mi mano hacía su pecho, y comencé a bajarle el vestido desde sus tetas en el momento en el que sacó mi pene fuera el pantalón.
Ella se para, se queda de espaldas, lleva mi mano hasta su teta derecha, apuró mis pasos.... luego comenzó a masturbarme lentamente, llevando mi pija sobre su culo, rozando mi glande en su tanga... Ella empezó a decirme que la cogiera fuerte, que le hiciera temblar de placer, que la hiciera gemir como nunca antes.
Besé su cuello, desde su mentón hasta  por sus orejas; giró su cabeza y busqué sus labios, los cuáles mordí con pasión, mientras ella con deseo, tomo mi mano izquierda, se la llevó a su boca; ...