La hija adoptiva de mi novia - Relatos Eróticos

La hija adoptiva de mi novia

... ducha, dejé ahora la puerta sin cerrojo a propósito, sabía en mi interior que ella llegaría.  Y luego de diez minutos en la ducha, oí de nuevo la voz de Sao, alli estaba, ahora la veía con otros ojos, con ojos de hombre.  La tomé en mis brazos y nos besamos mucho, le dije que lo de hace dos noches estuvo de locos, ella me preguntó si me había gustado, le dije -me encantó lo que hiciste-.  Ella se hinco y me comenzó a hacer una nueva felación, yo la tomaba de la cabecita para guiarla. La hice chuparme la bolas.  Luego de que me dejó el pene en tremenda erección, tomé su delgado cuerpecito y la cargué con rumbo a mi cama.  La dejé alli, cerré ahora la puerta con cerrojo, le abrí las piernas y comencé a comerle su tierna rajita virgen,  se la mamé como de campeonato, ella daba alaridos, y creo que se pudo haber corrido dos veces, sentí sus juguitos amargos en mis labios y lengua,  Subi a chuparle sus pequeños senos y redondos pezones, Sao estaba agitadisima, parecía que le daría un infarto de tanto placer, la pequeña era muy cachonda.

No pensé en otra cosa que desflorarla alli mismo,  le encogí las piernas, tomé mi verga erecta y la puse en la entrada de su vagina, fui empujando despacio, mi glande fue abriendo su canalito estrecho, ella gritó y cerró sus ojitos rasgados, mi verga fue penetrándola poco a poco, rompiendo su delicado himen, lo sentí romperse, ella se quejó en ese momento.  Luego comencé a bombear mi verga en su interior, tratando de meter más de lo que sacaba. ...

...  Ya le tenía la mitad de mi pene adentro.  Luego busqué sus labios y quedamos pegados en la clásica posición del misionero, la besé mientras la cogía entrando y saliendo de su rajita.  Ella gemía y me decía que siguiera, que siempre había querido que yo se lo hiciera.  Mi verga ya estaba toda dentro de su estrecha vagina.  Se sentía como un guante su rajita, que me apretaba la verga.  Luego de varios minutos entrando y saliendo de su mojada rajita, Sao comenzó a convulsionar y gemir descontroladamente, era un tremendo orgasmo, me ensartó su uñitas en la espalda, lo hizo tan fuerte que comencé a eyacular dentro de ella.  Se que fue un tremendo error, pero no pudo actuar a tiempo, mi verga exploto varias veces en su rajita, la llenó de lechita caliente, tanto que cuando nos desprendimos le salió mucho semen de su vagina.  Fue un tremendo palo que nos dimos.

Nos metimos de nuevo a la ducha, nos besamos, le mamé sus tetitas de nuevo y juramos que sería nuestro gran secreto y que nunca lo divulgaríamos.   Asi comenzó esto, con Sao lo hacíamos dos o tres veces por semana, se lo hacía en el auto, la llevaba a moteles para estar completamente solos o en la casa cuando mi mujer no estaba, Sao tiene una vagina super estrecha deliciosa, yo me di lo mejores palos de mi vida con ella.  Ella era supercaliente.

Para sus quince, me la llevé de viaje, mi esposa vio eso normal, que un padre llevé de viaje a su hija.  La llevé a Orlando, todos los días cogimos dos o tres veces, fue como ...