El espejo (I) - Relatos Eróticos

El espejo (I)

... sexual playero, pero que esperó a que los amantes furtivos terminasen para acercarse a ofrecer sus bebidas, ambos aceptaron y se fueron caminando.

-Creo que nos vio- dijo Daniel

-Pues ojala no ande de chismoso- contestó Rafael

Ambos se despidieron y mientras Daniel iba camino a la carretera rumbo a su casa, vio nuevamente al vendedor, por un momento pensó que tal vez fuese una casualidad y que sería mejor tomar otro camino para evitar problemas, pero se decidió por pasar rápidamente a su lado.

-A dónde vas preciosa?- Le preguntó el vendedor con una sonrisa.

-Disculpe, yo no le he dado ninguna confianza- Daniel contestó mientras caminaba.

-Yo te puedo dar confianza con algo que tengo entre las piernas. -Dijo el vendedor mientras seguía a Daniel.

-Por favor déjeme en paz, yo no lo estoy fastidiando- Le dijo Daniel volteando a verlo de manera desafiante.

-No te molestes nenita, yo solo quiero que la pasemos bien juntos- el vendedor se sobaba la entrepierna.

-No haga eso que alguien lo puede ver- Daniel estaba algo sorprendido.

-A estas horas casi no pasa nadie por aqui, podemos divertirnos si quieres, verás que yo soy más hombre que ese salvavidas.- el vendedor se acercó hasta poner una mano sobre el hombre de Daniel.

-No sé, estoy algo cansado- contestó Daniel bajando la mirada.

-Vamos cariño- el vendedor tomó de la mano a Daniel y lo llevó hacia un carro que estaba  estacionado a unos metros.

Al llegar al auto, ambos ingresaron al ...

... asiento posterior y comenzaron a besarse con desesperación, el vendedor tenía unas manos fuertes y peludas que acariciaban a Daniel por todo el cuerpo, mientras que el joven solo jadeaba y se dejaba llevar por la situación. pronto estuvieron desnudos de la cintura para abajo, y Daniel puso sus piernas sobre el hombre del vendedor quien lo penetró rápidamente y por varios minutos su miembro entró y salió del deseoso ano del joven hasta que un bramido anunció el orgasmo y ambos quedaron recostados en el asiento de ese viejo carro.

-Tienes el culo muy caliente maricón. -dijo el vendedor mientras se vestía.

-Parece que andabas muy ansioso, porque me dejaste todo mojado, ni siquiera usaste condón.- dijo Daniel sentándose.

-No creo que te deje embarazada, ahora dime cual es tu nombre mariquita.

-Soy Daniel, no me gusta que me insulten- dijo con una mueca de fastidio.

-No son insultos, son solo muestras de mi cariño Dani, espero que no te moleste que te diga Dani.

-No por mi está bien, ¿tú cómo te llamas?

-Yo soy Roberto, tu macho cachero. -dijo el vendedor sonriendo.

-Un gusto Roberto, pero creo que es hora de irme.

-Te llevo a tu casa, no va a ser que te violen por ahí a estas horas.

-No es tan tarde, pero está bien, solo acércame a mi casa.


Roberto encendió el carro y dejó a Daniel cerca de su casa, intercambiaron teléfonos y se despidieron con un beso en la mejilla.


Daniel apenas entró en su habitación se miró en el espejo y murmuró: Eres un ...