La inauguración - Relatos Eróticos

La inauguración

... medias y los tacones puestos, todo ello era muy excitante.  Me quité la ropa rápidamente sin dejar de verla, sólo dejé el bóxer puesto, mi verga se notaba debajo de él, hinchada, palpitante, me acerqué nuevamente, nos abrazamos, la acaricié toda, bajé la cara para besar sus tetas, sorbí sus pezones mientras acariciaba sus nalgas, baje su calzón, me hinqué en el piso para besar su coño, metí la lengua, sorbí el clítoris, acaricié sus nalgas, ella abría las piernas y me tomaba de la cabeza lanzando gemidos cada vez más fuertes, puse un dedo en la entrada de su culo y empujé poco a poco hasta que lo metí, me sorprendí que no objetara, apenas entró el dedo ella se vino fuertemente arrojando un gran chorro de sus jugos que me mojó el pecho, sus piernas temblaban, jadeaba y lanzaba pequeños gemidos, su vientre se endureció.

Me puse de pie, la abracé, puso su cara en mi hombro, su respiración era agitada, mi verga se movía impaciente debajo del bóxer, la llevé a la cama, nos tendimos en ella, mis manos recorrían sus cuerpo hurgaban en sus rincones, arrojó los tacones, tomó mi verga con una mano y empezó a subir y bajar, me puse encima de ella, tomé la verga y la acomodé en la entrada de su coño, abrió los ojos, me vio y me dijo, “no, no, espera”, sorprendido le pregunté “¿qué pasa?”, “soy virgen”, me dijo, mas sorprendido me quedé, no podía creer que una mujer de su edad no hubiera estado con un hombre, me tendí en la cama boca arriba, ella se recargó en mi pecho, bajó una mano a ...

... mi verga, empezó a jugar con ella, subiendo y bajando, “¿tu has de saber cómo hacerlo no?”, “pues, si, pero, ¿tú quieres seguir siendo virgen’, “pues si, mira, se que hay otras formas, lo que acabas de hacer por ejemplo, lo puedo hacer”, “ajá, y hay otras manera”, “¿cuáles?”, “¿te las explico o las hacemos?”, ella sonrió, puse mi mano en su cabeza y la empujé levemente hacia abajo, bajó su rostro hasta encontrar mi verga, se la metió en la boca, la metía y la sacaba, aunque era una buena sensación no era la mejor mamada que me habían dado, le dije que moviera la lengua, la movió alrededor con la verga dentro, tomé su cara, saqué la verga, la tomé con una mano y se la puse en la boca, le dije “con la lengua de arriba abajo, alrededor”, empezó a hacerlo, descubrió lo que me hacía temblar y se aplicó al glande, pasando la lengua por él, rodeándolo, metiéndola y sacándola de su boca, aprendió rápido, no quería venirme así, deseaba estar dentro de ella, tome su cara sacando la verga de su boca, “ven”, le dije, subió y acercó su cara a la mia, empecé a besarla, tomé sus nalgas, coloqué un dedo en su culo y lo metí, abrió las nalgas permitiéndome la entrada, “¿si?”, le dije, entendió la insinuación, “ajá”, contestó.

Me puse de pie, la jalé hacia la orilla de la cama y la ayudé a hincarse en el borde, le abrí las piernas, empujé suavemente su torso y levanté sus nalgas, esa maravillosa vista de su coño virgen sus redondas nalgas a mi disposición hizo que mi verga creciera más, me ...