Mi mujer tan santa... tan puta
Fecha: 23/12/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: Tinta Mágica, Fuente: CuentoRelatos
Me llamo César y actualmente tengo 40 años. La siguiente historia sucedió hace más de 10 y considerala como ficción o realidad ¿qué más da? Si cumple con su función -excitarte- es suficiente.
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Conocí a Carolina mientras hacíamos fila para obtener copias certificadas en unas oficinas del Registro Civil en el Estado de México. Yo le sonreí y ella correspondió por cortesía, pues tenía el porte de una mujer educada. Más tarde nos re-encontramos en una fonda donde compartimos mesa.
-¿Qué leés? – me cuestionó.
-Verónica decide morir. Paulo Coelho.
-¿y es bueno?
-como los sabores del helado. Tienes que probarlo –respondí.
Intercambiamos números de teléfono y cinco meses después estábamos viviendo juntos. Ambos, con un divorcio a cuestas, nos tomamos con calma el asunto, dejando la opción de casarnos legalmente solo si la relación funcionaba.
Nos instalamos en un departamento solo para nosotros dos. Un compañero de trabajo me había dicho que las divorciadas cogíancomo locas porqueya le sabían al asunto y no se reprimían. En el caso de Carolina, parecía que encajaba con lo dicho. Ella tenía la combinación de docilidad y pasión y no dejamos lugar en el departamento sin hacerlo.
Carolina - o Caro- tenia, –como dice la cantante Marta Gómez-ritualitos. Antes de bañarse, colocaba la ropa que se pondría en un perfecto orden: calzado, pantalón o falda, blusa, y los accesorios al lado, sobre nuestra cama. Ella decía que así se visualizaba mejor.
En ...
... una ocasión que nos alistábamos para salir a un bar, vi su vestuario y me atreví a cambiarlo por uno más revelador. Unputivestido que había comprado en un bazar. Ella salió del baño, lo vio y se lo puso.
-jamás había algo tan ajustado y corto –me dijo cuando ya estábamos de regreso.
-¿te sentiste incomoda?
-más bien diferente. Tengo 37 años, ya no soy una adolescente. Pero eres mi pareja y me agrada darte gusto.
Caro era una mujer de medidas y peso normales, pero daba el plus cuando se maquillaba y vestía sensual. Destacaba.
Las veces que salimos de antro me percate que ella podía vestirse derramando sensualidad, pero solo tenía actitud para mí. Jamás coqueteaba ni daba pie a que lo hicieran con ella. Era de esas mujeres que cuando alguien las piropea, jamás voltean. Yo, no creía que hubiera mujeres así, no en la vida real. Tanta fidelidad, me tenía desconcertado sobre todo cuando enmi mundo Godínez -todo lo referente a la vida laboral en oficinas- todos andaban con todos. Desde la señora de la limpieza hasta el “jefazo”. Todos y todas cogían con todos y sin problemas. (Los de vigilancia tenían “un bono” si cachaban con las cámaras de circuito cerrado a una parejita y nos compartían el video. Yo tenía 4, aunque decían que había más de 20).
Carolina tenía una vida social escasa. Le gustaba mucho leer y no veía programas basura en la televisión, solo películas con una buena crítica. Cuando salía, visitaba a su hermana Bety o a algunas de sus compañeras de su ...