El villerito 6: cambio de rumbo
Fecha: 24/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues
... poco la fui empujado un poco más adentro de mi boca, me vinieron las arcadas, las dominé y casi sin darme cuenta, mis labios estaban apoyados en su pubis. Gonzalo me acariciaba sonriendo y me decía, así chiquito garganta profunda, así putito mio, sacame la lechita con tu boquita nene, aceleré mi mamada mientras acariciaba sus bellos muslos y sus lecherísimos huevos, Gonzalo comenzó a gemir fuerte, mi boca lo sintió, sin masturbarlo, a puro labio, su semen invadió mi boca, me incorporé y le ofrecí un beso, compartimos su semen, tragamos juntos mirándonos a los ojos y nos abrazamos en silencio, largo rato. Me llevó a la cama de la mano, me acostó boca abajo y apoyó su cabeza en mis nalgas. A pesar del dolor en la comisura de los labios, me quedé dormido. Me despertaron los besos de Gonzalo en mi espalda, comenzaba en mi cuello y bajaba por toda mi columna, se detenía en el comienzo de mis nalgas y comenzaba a apoyarme los labios en todo el ancho de mi culito. Se acostó a mi lado y comenzó a acariciarme las nalguitas suavecito, mientras me miraba. -Viste Gon que pude? -Si Clau, aprobaste tercero. -No Gon, pude tragarme tu pija entera y hacerte acabar en mi boca, me duele un poco la garganta, pero seguro que es hasta que me acostumbre. - Y también seguís pensando como villerito puto, pero no importa. Decime, por el culito también te podés tragar mi pija entera? Sonreí mientras me apoyaba sobre los codos. - Eso lo hago desde el primer día, querés probar?- Su sonrisa me dijo que ...
... sí. Se puso de costado para ofrecerme la pija y se la comencé a mamar. En minutos se puso dura. Apoyé mi cabeza sobre la almohada y me quedé esperando. Sentí el lubricante en mi culito, me puse una almohada debajo de la pija y me abrí las nalgas para mostrarle la entrada. Me apoyó su cabeza tibia, sentí el agudo dolor de mi esfínter abriéndose, sentí ese caño venciendo mi esfínter interno y entrando en mi recto, después de eso, sólo seguía el placer, su pija en mi culo ya se deslizaba hasta el fondo sin resistencia, como si mi culo fuera una concha, sentí el calor de su pecho sobre mi espalda y recibí el primer beso en mi cuello. Me pasó los brazos por debajo del pecho y comenzamos a besarnos. El va y viene de su pija en mi conchita era largo y delicioso, lo hacía despacito, mientras nos besábamos. -Gracias Gon, soy completamente feliz, no me la saques nunca, te siento tanto Gon! Mi pija estaba completamente dormida, como si hubiera salido de bañarme con agua helada, pero mi cuerpo vibraba de placer, de un placer especial, de bienestar, de paz, no había lujuria, no había gritos, apenas suaves gemidos de los dos, los míos extrañamente agudos. Cada nuevo día que pasaba con Gonzalo me convencía más que mi pija era un puro adorno, pensaba en la frase de tio Manu, "Un puto que se precie no necesita pajearse, nene, el culo te satisface también la verga". Después de casi una hora de mete y saca comencé a sentir un calorcito nuevo que me venía del esfinter y me invadía las bolas, me ...