Una fiesta y mi madre Nora - Relatos Eróticos

Una fiesta y mi madre Nora

... reaccioné y me di cuenta que ese cacho de hembra que me había impactado por su belleza no era otra que Norita, mi hermosa madre.
Me quedé sin aliento un tiempo.
Disimulé mi pensamiento pervertido y le conté lo de mi novia.
Mejor que hayas roto con esa desgraciada.
Nunca me gustó para vos.
Era muy mala esa chica.
Me das una gran alegría,dijo mamá.
Sonó la música.
Vamos bebé, a bailar con mamita. Aprovechemos. A divertirnos.
Baile toda la noche con mamá al estilo novios.
Tomamos unas copas y reímos.
En cada movimiento de baile solo deseaba cogerme desesperadamente a esa mujer.
Hasta hubo un par de roces y franeleos de nuestros cuerpos jugando un poco en broma y otro en serio.
Terminó la fiesta y fuimos a casa en el coche
No hablamos nada en el viaje.
Llegamos.
Luz apagada.
Mamá la enciende.
Nos quedamos mirando ambos en el hall del pasillo.
Nuestras miradas cómplices lo dijeron todo.
Poco a poco nos acercamos.
Nuestros respiros se entrecortaban. 
Mamá atinó a decir: que suerte que Rompiste con tu novia.
Yo te voy a demostrar lo que es una mujer que te quiere de verdad.
Fue todo lo que debió decir para dar luz verde a esa noche maravillosa.
El incesto empezaba a consumarse.
Se me abalanzó de parada y puso sus brazos detrás de mi cuello y me besó.
Respondí con otro beso mas grande y la abracé.
A los pocos segundos los dos nos estábamos besando de manera brutal.
Lenguetazos puros, gemidos y guarradas salian de nuestras obsecenas bocas.
Mientras ...

... bailabamos  solo pensaba en que te quería garchar bebé, dijo mi madre muy puta.
Siiiiii mamita, yo también pensaba lo mismo.
Me calentas mucho, quiero tener sexo con vos mami..
Si mi amor si, respondía, soy tu puta en celo...estoy recaliente hijo, quiero incestar esta noche, quiero que me cojas como nuncate cogiste a esa tonta de tu novia.
Y nos fuimos a la recamara a puro beso y manoseo.
Me calienta este pantalón de leopardo le dije, mientras le tocaba el culo.
En realidad le empecé a chupar el orto con el lompa puesto.
Metía mi nariz en la raya del orto que le marcaba el pantalón.
Se sacó la blusa y quedó en tetas.
Yo le bajé el leopardo y le quité la bombacha.
No podía creerlo.de un momento a otro mi madre había. dejado de ser la mujer inmaculada que amaba para pasar a ser la puta tremenda que tenía un cuerpo infernal y a la que le estaba chupando el culo.
Besos en las nalgas y en su delicioso agujerito.
Le puse el dedo y jugué.
Con la otra mano y sin dejar de chupar ese upite, le empecé a masajear la concha.
Mami gemía como loca.
De parada nomas y con mis dedos en su concha haciéndole una buena paja,  tuvo su primer orgasmo.
Sus gemidos y palabrotas me excitaban como nunca lo había estado.
Ahora voy yo me dijo y me tumbó en la cama.
Me sacó la camisa mientras me franeleaba con su lengua por todo mi dorso.
Fue bajando y me sacó el pantalón.
Cómo se imaginarán, me empezó a chupar la pija como una diosa.
La forra de mi novia no quería chuparme la japi, así que ...