DIVERSIón asegurada.
Fecha: 26/12/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... oido que cerrara los ojos y se dejara llevar, la recosté en la cama y fuí besando desde los dedos de sus pies, pasando por sus piernas, hasta llegar a su clítoris. Me acordaba de que, cuando chateabamos, decía que
le encantaría sentir mi barba rozando su cuerpo, y hoy lo único que deseaba era satisfacer a aquella diosa. Llegué a su entrepierna, no estaba del todo depilada, pero el hilillo que le quedaba de pelo, era supererótico.
Comencé a lamerlo lo mejor que supe, mi lengua martilleando su clítoris todo lo rápido que podía la hacía jadear. Ella no me estaba viendo la cara, su vestido tapaba mi cabeza, pero en ese momento, le daba igual quien estuviera ahí abajo lamiéndola, solo deseaba disfrutar al máximo. Al cabo de un par de minutos, entre jadeo y jadeo, la oí decir, "quiero sentarme en tu boca". Corriendo me levanté, rápidamente me desnudé y me acosté en la cama, ella hizo lo propio y después de un beso apasionado, se apoyó en el cabecero de la cama, y se dejó caer sobre mis labios que la esperaban ansiosos. Comenzó a moverse hacia adelante y atrás, sus fluidos mojaban desde mi nariz hasta mi barbilla. A veces apretaba tanto su cuerpo hacia abajo que me costaba respirar, pero conseguí depositar mi lengua a la entrada de su coño para que la punta entrara un poco con cada movimiento. Eso la encendió más. Comenzó a alternar los movimientos hacia adelante y hacia atrás con un sube-baja que la estaba deshaciendo. Después de un par de minutos, mientras me sujetaba el ...
... pelo y gritaba, "así, así, me encanta!", noté como se corría de manera abundante, como los espasmos la hacían derrumbarse
y con un último gemido, se dejó caer en la cama.
Dejándola respirar y disfrutar de su orgasmo, no tardé en acercarme a ella para besarla, mi polla estaba dura como una piedra y no podía permitir desaprovecharlo. Le pedí que me la chupara. Había fantaseado semanas con notar esos maravillosos labios en mi pene y no me defraudaron. Comenzó besando la punta y poco a poco fue descendiendo. Su lengua se movía espectacularmente bien sobre mi mandoble, estaba claro que la experiencia es un grado, y en mi puta vida nadie me había mamado la polla de manera tan perfecta. Mientras rozaba con la puntita de la lengua mi frenillo, y antes de que fuera demasiado tarde, la intente acercar a mi para besarla, Me dió un beso, pero no me dejó parar, sin saber como se sentó encima de mi pene, que entró como un cuchillo en la mantequilla y comenzó a montarme como la amazona experta que era. Estaba en la gloria, mordiendo la almohada para no gritar, mientras mi diosa me miraba a los ojos con cara lasciva moviendose circularmente sobre mi polla y apoyando sus manos en mi pecho acercándome sus tetas para que las lamiera, cuando decidía cambiar el movimiento hacia arriba y hacia abajo.
Estaba a punto de correrme, no podía permitirlo, tenía otros planes para aquel polvo y no iba a permitir que se torcieran. Así que levanté mi torso para quedarnos sentados uno encima del otro, y ...