1. En casa de Víctor 1 – Amigos con derechos


    Fecha: 28/12/2017, Categorías: Gays Autor: SantiagoRodriguez, Fuente: SexoSinTabues

    ... culo. Sentía las contracciones de su miembro una y otra vez, y eso me excitó tanto que yo también empecé a venirme, lo que me hizo apretar el esfínter con mucha fuerza. “¡Qué rico aprietas el culo, me vas a sacar toda la leche!”, gritó como un loco. Abrió los ojos y sonrió, y vaya que era guapo, no lo puedo negar; eso era lo que me tenía atado a él (además de su tremenda polla y la forma tan rica que tenía de clavarme). – Usualmente te vienes afuera –le dije. – Perdón, pero estaba demasiado excitado y no me dio tiempo de sacarla –respondió jadeando. – No me molesta. Estuvo rico. No me la saques todavía, por favor. Y estuvimos un buen rato más en esa posición. Ya luego me la sacó y yo fui al baño a que se me regrese la leche mientras él preparaba algo para comer y beber, y descansar para el segundo polvo. En eso estábamos, cenando en su habitación, pues era de noche cuando sonó el timbre de su casa. Víctor fue a abrir la puerta, se escucharon voces y luego vino a decirme “han venido unos amigos y debo atenderlos, si no te molesta quédate aquí un rato hasta que te aburras y de ahí te vas, puedes ver televisión y su gustas te traigo más ...
    ... comida”. Y me quedé en su cuarto unos 30 minutos, hasta que decidí que era hora de irme. Empecé a vestirme y de pronto Víctor abre la puerta de la habitación. Estuvo mirándome un rato en silencio hasta que se animó a decirme algo. – No sé cómo lo tomarás… – ¿El qué? – Es que esos dos amigos míos son activos y me han dicho para tomar unas cervezas y llamar a un putito para cachárnoslo entre los tres, pero yo me he quedado con ganas de volver a metértela porque me calientas un montón, y quería saber si te querías quedar para que seas tú a quien nos cachemos. – Tendría que verlos primero; si me gustan, sí. Salí de la habitación una vez que me vestí. Me presentó a sus dos amigos cuyo nombre ya no recuerdo bien, pero me parece que uno era Daniel y el otro Alejandro. Ambos estaban sentados en la mesa del comedor. Daniel era de piel trigueña, más alto que Víctor y bastante más agarrado que él, supongo que de su misma edad. Alejandro se veía menor, era como de mi tamaño, esbelto y también trigueño. No eran tan guapos como Víctor pero tampoco eran feos. – Me quedo –le dije a Víctor, y me senté junto con ellos en la mesa. -----continuará------ 
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