Después de 20 años...
Fecha: 15/12/2020,
Categorías:
Tus Relatos
Autor: M&I, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... casa para cenar y tomar algo... eran las "no fiestas" de San Juan, la noche más larga del año...
Empezamos tomando unas cervezas, después cenamos, vino, un par de copas, música y, como si fuéramos niños, juegos de mesa. Todo empezó muy suave, sin darnos cuenta (o eso queríamos pensar todos), empezamos a hablar de amigos que sabíamos que habían hecho intercambios, que si esta o aquel le ponía los cuernos a su pareja, que si este o esta eran feos guapos o reguapos... y precisamente aquí fue cuando ella le dijo que le parecía muy atractivo y que no se explicaba por qué no tenía novia desde hacía muchos años... a lo que él respondió lo que yo sabía: que ella también le parecía muy atractiva y que vaya suerte que tenía yo...
- Y que lo digas - mientras le daba un beso en los labios y, indisimuladamente, le pegaba un apretón en uno de sus pechos.
- ¡Eh!... no te lances que todavía estoy yo aquí - dijo él.
En ese momento, no me imagino ni la cara que puse, pero fue ella la que dijo:
- Tranquilo, si queréis tengo de sobra para los dos.
Creo que la erección fue instantánea... estoy seguro que la de ambos. Ella escrutaba mi rostro en busca de alguna respuesta, pero yo estaba en shock... mientras lo hacía, sin cortarse ni un pelo, se quitaba la camisa y se quedaba en sujetador delante de los dos (el alcohol, como después hablamos, también "ayudó" bastante).
Ni corta, ni perezosa, nos preguntó:
- ¿Alguno de los dos me va a ayudar a quitar el sujetador o voy a ...
... tener que hacerlo yo todo?
Yo estaba rememorando la fantasía cientos de veces "vivida", pero él no daba crédito a lo que estaba sucediendo, mientras me miraba sin saber cómo reaccionar... Y ahí fue cuando yo también me lancé...
- Venga, es cosa tuya que yo ya estoy cansado de quitárselo todos estos años.
No me dio tiempo a acabar la frase y ya tenía ambas manos, por debajo del sujetador, en los pechos de mi mujer mientras ella le daba un pequeño mordisco en los labios. En 15 segundos ya estaba sin sujetador, acariciándole los pechos y con la lengua metida en su boca.
De ahí a estar los tres totalmente desnudos, no pasaron tres minutos.
Estábamos en el sofá, ella en el medio de los dos mientras nos repartíamos sus pechos y nos peleábamos por meter nuestras lenguas en su boca, lo que acabó siendo un baile de tres lenguas y al final sólo de dos, cuando ella se apartó y junto nuestras bocas para que nos besásemos, algo sobre lo que ella fantaseaba en nuestras historietas.
En este momento, para mi no había tabúes, si nos habíamos lanzado sería con todas las consecuencias y no habría, como pensaba de joven, ningún tipo de cortapisas para ninguno de los tres: uno para todos y todos para uno.
Quiero pensar en todo lo que llegamos a hacer y no me acuerdo... tengo lagunas, sólo sé que nunca, jamás, me había corrido tantas veces en una noche... igual que él y, por supuesto, que mi mujer.
Los dos le hicimos el amor, sí, el amor, porque al final no fue sólo sexo, fue ...