Dos adulterios en uno (mamá e hija) - Relatos Eróticos

Dos adulterios en uno (mamá e hija)

... casa, en su propia cama matrimonial, le di una buena cogida esta vez, con dos buenos polvos.  Me ganó cuatro orgasmos a dos.

Pero quien en ese momento no me dejaba dormir, porque me la jalaba pensando en ella era Doña Julia.  Asi que cuando la compañía me envió un auto para mi uso, una camioneta Range Rover, no nueva, pero en muy buen estado, la invité a salir a dar una vuelta, para que me enseñara las montañas del pueblo, ella aceptó.  Y nos estacionamos en un mirador, eran como las cinco de la tarde, estaba casi oscureciéndose.  Fue entonces que le dije que era una mujer muy atractiva, que era mi tipo de mujer, y que me gustaba.  Ella me respondió que ella era mucho mayor que yo, pero que yo también le atraía, pero que amaba a su marido.  Seguimos charlando, yo bajé un poco la guardia, y fue ella quien tomó la iniciativa, me tomó de la mano y metió un dedo en su boca, fue una indirecta muy directa.  Me acerqué a ella y nos besamos efusivamente, lo que sucedió después no lo tengo tan claro, pero con fuerza nos fuimos quitando la ropa, hasta dejarnos en cueros, que bello busto enorme tenía Julia. NOs pasamos al sillón amplió de atras del auto, yo le besé casi todo el cuerpo, su cuellos, sus senos, su vientre, su raja, sus piernas y sus pies fueron pasados por mis labios, luego le levanté sus piernas y la cogí.  Ella daba bramidos alli cogiendo conmigo.  Luego cambiamos posición a cada momento, de las pocas que se pueden hacer en la parte de atras de un auto.   

Julia ...

... me cabalgaba mientras yo chupaba sus lindas tetas, quería comerlas completas.  A pesar de sus 42 años doña Julia estaba riquísima, muchas mujeres más jovenes quisieran tener la carne firme de ella.  Ella me hizo eyacular moviendo sus caderas, creo que le eché un litro se semen (metafora).   Luego nos vestimos y llegamos a la casa, casi no se dijo nada en el viaje de regreso.
Pero en la noche, después de cenar.  Yo estaba en la habitación y tocaron la puerta, abrí y alli estaba doña Julia en ropa interior muy sexy, "puedo pasar" me dijo., se fue a mi cama y se metió debajo de las sabanas, yo apagué la luz de la habitación y prendí la luz de la lámpara de noche, y comencé comerme de nuevo a doña Julia, empecé lamiendole cada dedo del pie, luego, fui lamiendo hasta sus muslos, le quité las bragas, me metí entre sus piernas y le dí una mamada de raja que ella a los pocos minutos convulsionaba su primer orgasmo.  Luego ella me devolvió el favor dándome una soberbia mamada de verga, hasta que me hizo eyacular, ella no dejó de mamar tragándose toda mi venida.  Asi empezamos la noche.

Ella se subió sobre mi y me comenzó a cabalgar muy rico, más que en el auto, contoneándose y moviendo sus caderas delicioso.  Su raja era las caliente y húmeda que había probado, algo único.  Cogimos casi toda la noche,  incluso me la cogí por su bello culo, que mujer para coger por allí.  Ella amaneció en mi cama.  Mi habitación olía sexo.  Luego de esa noche, Julia amanecía en mi cama o yo en la ...