1. Tentadora desde el balcón


    Fecha: 28/12/2017, Categorías: Gays Autor: Piranna Lector, Fuente: CuentoRelatos

    ... me podía decidir todavía cual sería la afortunada. Al cruzar una intersección capté a una de ellas observándome y haciéndome señas desde el balcón de un edificio. Me fui acercando a paso moderado. Observe que su mirada que con algo de solemnidad divisaba el paso de los carros. Me fui acercando más al edificio y me percaté de que era nueva. Ella me miraba fijamente con sus ojos tan claros que siendo que a distancia estaba podían revelar esa juventud que tan confiada parecía disfrutarse a sí misma. Tome la decisión de acercarme más.
    
    —Hola amigo —me dijo en voz alta desde el balcón.
    
    —Eres nueva, ¿verdad?
    
    —Sí, ¿Se me nota? Sube para que me mires bien.
    
    Sin pensarlo dos veces entre y subí al segundo piso. En cuanto llegue al cuarto mire que estaba vestida con una falda tan pegada a su cadera que bien definía sus piernas tan suculentas.
    
    —¿Así que eres novata?
    
    —Pues no tanto como una novata, pero tengo unos días de haber empezado, antes trabaje en una maquiladora del parque industrial, pero el sueldo no me permite comprar ni ropa para andar a la moda.
    
    Distinguiendo su manera de vestir podía darme cuenta de que esta chava era parrandera y se miraba que le gustaba andar a la moda. Sus zapatillas tan excéntricas y elegantes parecían haber sido recortadas de una de esas revistas contemporáneas de novedades que tanto les gusta leer a muchas mujeres.
    
    —Pues tú me dices —me dijo con algo de timidez, denotando un poco de inseguridad al hablar.
    
    —Mi amor, yo por ti ...
    ... estoy dispuesto a todo. —Le dije suavemente, comiéndole sus ojos con mi mirada.
    
    —Eso me gusta. Qué bueno que en esta ciudad hay hombres tan decididos como tú.
    
    Empezó a desvestirse y en cuanto la miré totalmente desnuda me impulsé hacia ella tumbándola en la cama; pero con tal sutileza que al caer nos tomamos con los brazos y teniendo su dulce carita junto a la mía la empecé a besar. Ella respondió tan apasionada y me sentí como si ella y yo fuéramos una pareja que en amores nos juntábamos y felices éramos estando juntos. Permanecimos un poco silenciosos, tan solo se escuchaban las resonancias de aquellos besos tan húmedos y ardientes que yo le daba en su cara e inhalaba su fragancia tan deleitante.
    
    Al llegarse los veinte minutos de acción y yo satisfecho, miraba como ponía sobre su cuerpo sus prendas y las deslizaba por su piel. Alcanzaba a dar un último vistazo a su desnudez tan plácida. Ya vestida se acercó a mí y con toda confianza del mundo me ofreció un abrazo. Enserio el lapso de tiempo fue corto, más nuestras miradas todo lo resumieron y encendido estaba yo todavía cruzando miradas. Me puse en frente de ella y agarrándole la cintura la retuve unos instantes abrazados.
    
    —¿Regresarás algún día a verme? —Dijo la nena al ver que yo partía.
    
    La retuve un instante más en mi abrazo y sin contestar su pregunta la volví a besar y con mi mirada relajada sobre la suya le dije “quizá” y me di la vuelta hacia la escalera. Al salir del edificio y cruzar la calle volteé ...