Mis deseos prohibidos 5. Las clases con la nena - Relatos Eróticos

Mis deseos prohibidos 5. Las clases con la nena

... tienes que ir probando que es lo que te excita. - si pero enséñame como que puedo hacer para saber, anda, ayúdame. Esa tierna súplica la sentí cargada de mucha excitación y no sabía que quería que hiciera exactamente. -bueno, ¿cómo quieres que te enseñe? ¿quieres que te toque yo?! -no sería mala idea, se rió picaramente, pero está bien, si no quieres pues hazlo y yo te veo y hago lo mismo . Eso de plano me dejó sin aliento, la nena estaba dispuesta a que yo la masturbara ¡ella quería que yo la tocara! No se si es que le gustaban también las mujeres o sólo era la excitación del momento, pero no quise preguntar. A decir verdad yo ya me veía tocandola en mi mente, era obvio que esto me estaba excitado más de lo que pensaba. -ok vamos a hacerlo asi como dices. Esta niña si que tenía iniciativa. Mientras me desnudaba ella se quedaba muy atenta, una parte de mi se sentía apenada pero otra disfrutaba de sus miradas. No podía creer lo que sentía, me estaba gustando demasiado todo esto, alguna vez tuve la intención de un trío pero no sentí especial emoción por tocar a otra mujer, ahora aquí, con la nena, me sentía muy morbosa y mi mente estaba a la espera de lo que pudiera pasar. Cuando ella se desnudó lo hizo rápidamente, como ansiosa, pero entonces vio sus vellos y no quiso continuar hasta aprender primero como depilarse. En realidad eso no me molesto, era algo que ayudaría a calmar la situación aunque seguía siendo algo morboso. Acepté ayudarla y como tenía, según ella, mucho ...

... miedo de cortarse me pidió que la depilara, le dije que la mitad haría yo y ella la otra mitad. Preparé todo, la senté en la esquina de la cama, le di un espejo para que observara mejor y yo me senté en el suelo, estaba tan concentrada en ella que no me había dado cuenta que seguía desnuda, me quise vestir pues ¿para qué estaba yo desnuda si sólo la iba a depilar? Pero ella me lo impidió, dijo que si estaba desnuda no le daría tanto nervio, accedí. Tomé una tijera con punta redonda y comencé a recortar la mitad izquierda de su vulva, le enseñé como hacerlo lo más cortito y con mucho cuidado, entonces le di la tijera para que lo hiciera, antes de comenzar se acomodó mejor en la cama y al levantarse un poco vi, ambas de hecho, una marca de cierto tamaño de humedad. -¡ay perdón! Jejeje equis hay confianza.  Yo me quedé sin palabras, podría ser que viendo porno se había excitado, pero más bien parecía que tenerme ahí en medio de sus piernas la estaba excitando y estaba lubricando. Recuperé la concentración y la guíe para que terminara de recortarse. Tomé el agua y el jabón y le dije que le pondría espumita y jabón para depilarla, se levantó para sacudir sus vellitos y claramente vi un hilo de espeso lubricante que iba de su joven vulva a la cama que ahora tenía una marca de humedad más grande y oscura. Ella se limitó a tocarlo y sentir la humedad en sus dedos como si yo no estuviera ahí, enseguida se secó la mano en la cama y ahí estaba yo viendo todo, sin palabras. Depilé la mitad ...