Las ricas nalgas de mi tía Egui - Relatos Eróticos

Las ricas nalgas de mi tía Egui

Deliciosa como sus nalgas son las piernas de mi tía. Todo comenzó cuando un día fui a visitar a mi tía ella se llama Egui 40 años con unas nalgas deliciosas que se antojan sobar aún encima de sus faldas de seda, un día fui a visitarla ella vivía sola, cuando me abrió la puerta me dijo, !amor que bueno verte! Fue una expresión de cariño, a lo que yo respondí igualmente tía pero por dentro mi más que gusto por verla me gustaba estar ahí para verle las nalgotas que tenía, ese día tenía puesto una blusa café que resaltaba esas enormes y calientes tetas que me moría de ganas por lamer. Me hizo pasar y me dijo !ay mi amor! Desde la última vez que te vi haz crecido mucho(solo había pasado un mes desde la última vez que la vi), a lo que ella continuo diciendo a puesto que te ha crecido todo, yo sorprendido solo sonreí y le dije si creo que si.atreví a espiarla mientras se estaba bañando, se veía buenísima desnuda y mojadita, cuando de repente, me cacho, y para mi sorpresa me invito a pasar para bañarme con ella y así por fin pude hacerla mia
Me llamo Roberto, esto ocurrió hace tiempo, cuando tenía 18 años, en plena efervescencia sexual me empezó a surgir el deseo y la necesidad de estar en contacto permanente con quien se había convertido en mi sueño húmedo y a quien le dedicaba mis primeras manualidades, era mi tía yola, esposa del hermano de mi mama.
Yo vivía con mis papas y 2 hermanos mayores, al lado de mi casa vivía mi tío Rubén y su deliciosa esposa Yola, ella tendría en ese ...

... tiempo 35 años, muy guapa, pelo largo negro, casi siempre se peinaba de cola de caballo, ojos grandes negros, mediría por ahí de 1.62, nariz recta su boca tenía unos labios carnosos, de senos según decía era copa c yo no entendía mucho de eso, lo que si es que para mí fueron muy apetecibles, pero lo que más me encantaba de ella es que estaba bien nalgona.
Mi tia Yola, usaba casi a diario jeans, por demás está decir, que le quedaban bien pegaditos, y así cada que caminaba se le veían unas nalgas bastante incitadoras; pero lo que termino por fascinarme de ella fue que todos por ser el más pequeño me decían el nene, cosa que odiaba; un día estando en casa de mi amor platónico, yo, molesto porque todos me acababan de decir dicho apodo, ella se me acerco y me dijo, te molesta que te digan así, verdad, si, usted no me diga así, tía, por favor, y ella me contesto no te preocupes, tu para mi eres Beto, pero aún más, se me acerco sonriendo y susurrándome al oído me dijo, mejor dicho eres mi Beto cerrándome un ojo en actitud picara, lo que termino por enamorarme por completo de ella.
Una tarde que había una fiesta casa de unos primos, yo estaba arrinconado apartardo de todos, el baile había comenzado, y el que parecía un trompo para bailar era mi tío Rubén, cosa contraria a mi tía Yola, que era más seria, la vi que estaba sentada, lo mejor que al ser fiesta ella vestía de manera distinta, tenía puesto un saco y pantalón de vestir negros, y una blusa de tirantes roja, bien escotada, ...