El tipo de la panadería - Relatos Eróticos

El tipo de la panadería

... halaba el cabello, nunca dejé de sentir dolor, pero de pronto el dolor era placentero, saber que era su verga caliente como una braza dentro de mí me ponía a mil, yo arqueaba la espalda y movía mi cadera y me empujaba hacia él. Después de más de una hora de estar así me dijo:
-Ahora sí rey Ahhhh ahhh, el gemía y jadeaba como perro ahora si que me vengooo.
-Umm aceleró las embestidas haciendo que su guevo pegara en el interior de mi ano, taladrando con fuerza, sentía que rompía mi interior.
Plaf plaf plaf plaf... después dando una última embestida profunda comenzó a soltar chorros de leche, decía:
-Ahhh ummmm toma putico...
 Una embestida más y otros chorros de leche más. 
-A la verga era cierto era demasiada leche podía sentir su guevo palpitando, y sus chorros de leche caliente inhumando mi interior. No paraba de llenarme, salían chorros y más chorros. hasta que los dos quedamos exhaustos. Intentó sacarla, pero me dolía mucho.
-Ayy papii y el me beso y dijo:
 -Ay que quedarnos pegados pues, así como los perros, en lo que se me baja la erección
Y así lo hicimos, me dejó su guevo adentro hasta que ...

... solo se salió entonces pude sentir como al salirse salían también todos los chorros de leche que me había dejado adentro, pensé que me había cagado, por todo lo que me salía, así que me toqué llenando mi mano con su semen. La tomó y la dirigió hacia mi boca haciendo que probara su leche, me lamí los dedos comiéndome su delicioso manjar.
Esa noche dormí con él, a las pocas horas me volvió a coger igual de salvaje, y por la mañana antes de retirarme, también me dijo: 
-Si quieres otro día repetimos para que no se te desacostumbre el culo. ¿Si me lo vas a volver a dar?
-Si cuando tú quiera me escribes o me llamas y yo me lleg para que me cojas así como hoy.
-Si mí princesa, ya me enamoré de este culito delicioso.
Plas me zampó una nalgada me dio un beso en la boca y nos cambiamos, salí de su casa a penas de pie, apenas podía caminar, aun sentía su verga adentro y la sentiría por mucho tiempo.
 Ese día mientras me bañaba pasé mi dedo por mi ano y aún estaba abierto, completamente dilatado. Ya no habría verga que me llenara como la de él.
Seguiré escribiendo que pasó después dejen sus comentarios... Besos.