1. Iniciación con mamá Parte 1


    Fecha: 26/12/2020, Categorías: Lesbianas Tus Relatos Autor: Karol, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Mi nombres es Karol Alexa y mi historia es de mi amor lésbico con mi madre, «ma» como la llamaré. Yo tengo 22 años y soy algo delgada, ma es de unos 45, rolliza, más bajita que yo, pero bien formadita. Desde los 16 años supe de mis tendencias lésbicas cuando veía a mis compañeras en el vestidor del colegio. No me imaginé que ver a mi madre una noche, semi desnuda, despertara tremendamente mis apetitos sexuales. Con ella somos amantes desde hace unos tres años, y también amigas y confidentes. No nos importan los tabúes ni otras hipocresías de nuestra sociedad. Disfrutamos mucho de nuestra relación y punto. Yo misma seduje a ma y nunca me he arrepentido. Después del divorcio con mi padre, ma pasó meses de desánimo; tuvo un novio, pero al final nada resultó. Salvo pocas amigas se aisló mucho. Poco hablábamos juntas, a pesar de vivir las dos solas en la casa que quedó a nombre de mi madre. Una noche al pasar a mi cuarto ella estaba en el baño y la puerta entre abierta. Estaba peinándose, con una blusita y apenas en cucos. Quedé paralizada, nunca la había visto así. Su cuerpo me pareció hermoso y provocativo y ese pensamiento me asustó. Ella estaba de espaldas y de lado, pude ver la silueta de una de sus tetas, caída, pero rellenita; su trasero era precioso, un poquito caído, pero delicioso, nalgas bien tornadas. Pasé rápido al cuarto, pero esa escena se me quedó.
    
    Una noche me masturbé pensando en su cuerpo, y para mi espanto, soñé acariciándolo. Desde esos días me hice más ...
    ... cercana y cariñosa, hasta que una noche de mucha lluvia entró gotera a mi cuarto. Después de una inspección del fontanero, Ma me dijo que la reparación del techo tardaría. No importa, le dije con entusiasmo, dormimos juntas. Ella sonrió. La noche la pasé casi sin dormir al sentir su cuerpo cerca y la imagen del baño. La tercera noche me arrullé a ella y al sentirla dormida no puede evitar pasar mi mano sobre su cuerpo. Con mucha delicadeza puse mi mano sobre una de sus tetas y la acaricié lentamente. Mi corazón latía tan duro que temía despertarla. Al ver que seguía dormida, me atreví a pasar la mano por debajo de su blusa de dormir, tocando la base de sus pechos. Con mucha calma y nervios mi mano subió por su pecho derecho hasta que toqué su pezón. Pasé saliva. Mamá se movió un poco y retiré mi mano. Nada pasó y esperé un rato. Al poco mi mano, más atrevida, volvió al pezón y lo sobó suavemente. Aquí comencé a calentarme, pero los nervios no me dejaron seguir adelante.
    
    A la mañana le pregunté como había dormido y su respuesta me encantó. Me confesó que su sueño era muy pesado y casi nada la despertaba. Esto me excitó mucho y estaba muy ansiosa por que llegara la noche. Una vez en la cama esperé con poca paciencia; casi me delato. Cuando la sentí dormir profundamente, mi mano volvió, con más descaro, a explorar ambas tetas. Me di el gusto de acariciarlas a mi antojo, siempre vigilando cada movimiento. En efecto, no despertaba. Con mi corazón a mil, me incorporé sobre ella y ...
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